¿Cómo que hay muchos negocios ‘machetes’ de la Guerrero?

EXCELSIOR

Para bien o para mal, la tradición de alargar las quesadillas a setenta centímetros se ha diseminado en varios puntos de la Colonia Guerrero; estos
CIUDAD DE MÉXICO.

Imagínate una quesadilla del largo de una espada, rellena de deliciosos ingredientes.

Esta es la descripción de los famosos «machetes» de la Guerrero.

Bueno pues, famosos varios, existen para fortuna nuestra diversos locales que ofrecen semejante manjar, cada uno tiene su clientela y son tan delicosos los platillos que elaboran, que siempre que llegues deberás disponer de algunos minutos para la espera, inevitable, pero cuando des la primera mordida sabrás que ha valido la pena.

A todos los negocios se les conoce como «Los Machetes de la Guerrero», sin embargo, el primero, los originales, son los de la calle de Lerdo 184, a un lado de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Se trata de un pequeño local lleno de sabor y tradición.

Otro, a la par de famoso, es el que se ubica en Héroes 192 y se llama en realidad «Los Machetes de Amparito». A unos pasos de ahí, este negocio se «desdobló» para dar más cabida a la clientela.

 

 

Y cobijados por la fama de estas extraordinarias quesadillas, un nuevo negocio abrió hace tres o cuatro meses al lado izquierdo de el Salón Los Ángeles (Quien no conoce el Salón Los Ángeles no conoce México), sobre la calle de Lerdo, casi esquina con  Ricardo Flores Magón.

En el mercado, en Eje Uno Norte, podrás encontrar otros negocios de Machetes de la Guerrero.

Hay para escoger y cada uno tiene sus adeptos.

Sobre los originales, los de Lerdo 184, han escrito:

«La selección es increíble, el clásico chicharrón, así como los champiñones con gran sazón, y por qué no, la carne que sabe excelente, y es un gran toque que den la opción de pedir tu machete combinado y cortado para aprovechar al máximo, aunque con hambre puedes ir por más de uno. Las salsas siempre están de lo mejor, picosas pero sabrosas, sin duda un lugar genial al cual ir a almorzar solo o acompañado».

Qué antojo. ¿O no?

TAGS: