Vuelve ‘El Matador’ Mario Alberto Kempes

EXCELSIRO

Kempes regresa a Mestalla para celebrar hoy el centenario del Valencia. El exjugador argentino recuerda los años 70 y la Copa del Rey de 1979

 

CIUDAD DE MÉXICO.

El Mario Alberto Kempes que esperan hoy en territorio valenciano es el de melena alborotada, de medias caídas y el murciélago en el pecho. Aquel al que apodaban Matador y que hace 40 años se hizo inmortal tras vencer al Real Madrid con un testarazo y un segundo gol con la diestra, la que sólo usaba para caminar. La Copa del Rey del ’79, la figura del dos veces Pichichi en un conjunto español que hoy festeja el centenario..

Uy, de eso han pasado demasiados años y seguro que los jóvenes de Valencia no saben quién soy, contesta vía telefónica el Matador, quien vuela de Miami rumbo a Valencia para festejar con los pobladores de aquella ciudad los cien años de existencia de su equipo.

Su figura se multiplica por las calles. “Son las fallas españolas”, comenta Mario Alberto, acostumbrado a que su imagen de aquellos tiempos se asome en las paredes y las esquinas. Es uno de los personajes principales del conjunto del murciélago, junto a Españeta, Montes, Cubells, Mendieta, Fernando el Catedrático, el Dragón Cañizalez y Merchina Peris, la primera mujer en marcar un gol en Mestalla en los años 70.

El primer recuerdo que se le viene a Kempes es aquella tarde de su debut con el Valencia, en un amistoso ante el CSKA de Moscú. El Matador puso el balón en el manchón penal y, con la zurda, la mágica, mandó la pelota a lo más alto de las gradas.

Un inicio atroz, con la mitad de la afición pensando que mi contrato había sido un error. Llego y la vuelo, entonces la otra mitad también perdía la esperanza”, platica un hombre de 64 años, hoy convertido en comentarista.

En un tiempo en el que el internet no existía y la mayoría escuchaba los partidos en la radio, Pasieguito, un buscador de talentos del club español, miró en la portada de El Gráfico, aquella revista argentina, la imagen de un joven con melena y muchos goles en la zurda. Convenció al presidente del club, Luis Casanova, a mandarlo por el futbolista de 22 años hasta Rosario Central y pagar 500 mil dólares.

Fue en 1976, dos años antes del Mundial de Argentina 78, tiempo suficiente para que Kempes convenciera a los aficionados tras conseguir dos Pichichis consecutivos, con 24 y 28 anotaciones.

Los goles que hice con el Valencia valieron para que Menotti me convocara para el mundial en Argentina”, dice Kempes, quien el próximo miércoles presenta su libro Matador en el estadio de Mestalla.

¿De qué va el libro?, de alguien de quien muchos pensaban que no llegaría muy lejos. De mis inicios en el Instituto, de los Canallas de Rosario Central, de Argentina 78. Claro que también de mis años con el Valencia, de aquella Copa del Rey del ’79, cuando vencimos al Real Madrid en la final”.

Mario Alberto se entusiasma al recordar el año después de que hizo campeona a Argentina en Buenos Aires, cuando regresó a Valencia con el título de Matador más marcado que nunca. Y aquella Copa del Rey de la que hoy hablan los jóvenes valencianos que no habían nacido.

Nadie pensaba que pudiéramos vencer al Barcelona en la semifinal, sobre todo después de perder 4-1 en su casa. Teníamos suficientes hombres para vencerlos 4-0 en Mestalla y pasar sorprendentemente a la final”.

La disputa por el título tenía como favoritos a los merengues. “Ellos se acababan de titular en la Liga y llegaban muy confiados. Fue en el Estadio Vicente Calderón, la vieja casa del Atlético, donde les arrebatamos la Copa”.

Un gol con la testa y otro con la diestra del Matador iniciaron una fiesta que se sigue recordando en la ciudad Valenciana y que este lunes regresará en boca de los viejos, “porque los jóvenes no me conocen”.

Hoy, en el centenario del Valencia, Kempes volverá a rememorar las viejas anécdotas y mencionar al legendario Alfredo Di Stéfano como “un entrenador de fuerte carácter, al que no le gustaba perder ni siquiera en los partiditos de los entrenamientos, en los que él participaba. Un entrenador demasiado exigente”.

 

Videla no jugó en el ‘78

Cuando se charla con el Matador Kempes, inevitablemente brinca el tema de Argentina 78, el título mundial ante Holanda, la Argentina militarizada, el equipo de Perú, las madres de los jóvenes desaparecidos y el nombre de Jorge Rafael Videla.

Le cambia el tono de voz a Mario Alberto Kempes, quien pregunta “¿qué edad tenés?, antes de responder que “siempre hay periodistas que recuerdan estos casos. Ya no me enojo, ya no me afecta responder que con la junta militar nunca me he querido meter”.

Continúa: “Podríamos hablar de la final contra Holanda, de mis dos goles en ese juego y del título de goleo, pero siempre quieren saber de aquel juego contra Perú. Previo al Mundial les ganamos 3-0 y había suficiente equipo para vencerlos en la Copa. Les ganamos 6-0 con nuestro esfuerzo, yo no vi a (Jorge Rafael) Videla jugar. Él no estuvo en la cancha, siempre en el palco. ¿Si estuvo en aquel partido entre Argentina y Perú?, estuvo en todos los juegos. Pero nunca lo vi en los vestidores y no hay video de eso que dicen. Nosotros estuvimos en el campo y él en el palco”.

Recuerda que la Albiceleste visitó la Casa Rosada antes del Mundial y después, nada con Videla. También reconoce que el portero de Perú, Román Quiroga, nació en Argentina y eso le valió para que lo culparan de aquella derrota extraña ante el selectivo anfitrión. “Era argentino, pero no tuvo nada que ver. La Albiceleste no necesitaba eso”.

Han pasado 41 años de aquel título argentino y Kempes dice que le siguen preguntando lo mismo. “Le digo que ya ni me enojo, pero me sabe mal que digan que Videla estuvo en la cancha”.

Y de la dictadura militar, de las madres reclamando a sus hijos con pañoletas blancas y los miles de desaparecidos en un campamento muy cercano a donde se jugó la final ante Holanda, Kempes argumenta haberse enterado años más tarde. “Eso lo supe hasta la Guerra de Las Malvinas”.