El reto es evitar la deserción; niños de secundaria son el mayor riesgo

EXCELSIOR

El trabajo que se hace casa por casa va a permitir que se evite el abandono escolar, dice Sánchez Osio, director del Conafe

CIUDAD DE MÉXICO.

El director general del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), Cuauhtémoc Sánchez Osio, admitió que uno de los principales retos que está enfrentando, tras el regreso a clases en las comunidades más marginadas del país hasta donde se llevan los servicios educativos, es evitar que los estudiantes abandonen la escuela.

Sin duda alguna, las dificultades económicas producidas por la pandemia generan incentivos para que algunos padres de familia prefieran que los hijos les ayuden en la casa, en actividades agrícolas, o dificultan la movilización hacia los centros escolares”, dijo.

Durante una entrevista con Excélsior, advirtió  que los niños de secundaria  son los que enfrentan el mayor riesgo de ya no volver a las aulas por tener que incorporase al trabajo, a causa de la situación económica en sus hogares.

En secundaria el problema es un poco más grave porque, como están en condiciones de trabajar y por la pandemia están surgiendo exigencias económicas inesperadas, es donde más atención tendremos que poner porque, en efecto, el riesgo es mayor”, expuso.

 

 

 

A causa de la pandemia, el Conafe proporciona educación a distancia, de casa en casa; las aulas han sido dejadas a un lado. Foto: Especial

 

En este contexto detalló que una de las principales misiones de los líderes para la educación comunitaria del Conafe en estos momentos es lograr que los niños y niñas en edad escolar sigan aprendiendo, por ahora, desde sus casas.

Vamos a cuidar que no haya abandono escolar por parte de los niños, antes de que esto suceda porque siempre es más fácil prevenir el abandono que revertirlo; lo que están  haciendo las figuras educativas del Conafe es que,  cuando llegan a una comunidad, tocan puerta por puerta, es importante decirlo, no se trata de convocar a los niños al salón de clases, eso va ocurrir hasta que estemos en semáforo verde , pero entonces las figuras educativas  están tocando  esas puertas para asegurarse  de que todos los niños que están registrados  en la escuela acudan al aprendizaje en casa, es decir, que sigan adelante con sus aprendizajes”, señaló.

Este trabajo que se está haciendo casa por casa es lo que nos va permitir evitar un abandono escolar que naturalmente tiene el potencial o tendría el potencial de crecer ante las dificultades que impone la pandemia. Nuestra preo-
cupación y lo que tenemos que evitar es que eso se vuelva un asunto estructural y por eso es que se ha dado la instrucción de que vayamos casa por casa para evitarlo”, agregó.

Además, los líderes para la educación comunitaria están tratando de convencer a aquellos niños y niñas que, incluso desde antes de la pandemia, no estaban participando en la escuela, a que se incorporen a ésta.

Las figuras educativas están tratando de convencer también a los padres de familia  para que  estos niños y niñas se  incorporen al estudio, para darles una oportunidad de vida”, comentó.

Será la próxima semana cuando se tenga un corte del progreso de la matrícula en las 22 mil comunidades atendidas por el Conafe.

Las comunidades más marginadas, las de la última milla, son de las que generalmente la información llega al último y son las que, de hecho, tienen un mayor riesgo de abandono escolar”, refirió.

Aun en este escenario, el director general del Conafe calificó como muy exitoso el regreso a clases en las comunidades que atiende la institución.

En los dos primeros  días del ciclo escolar, es decir, entre lunes y martes 24 y 25 de agosto, cubrimos cerca de 98%o de las 22 mil comunidades. Hubo algunas que no se pudieron atender desde los primeros dos días,  o porque la propia comunidad prefería  que todavía nadie entrara, y hubo dos situaciones de lluvias muy intensas en Chiapas y Baja California Sur, justo los días previos y durante el arranque que impidieron llegar hasta las últimas comunidades”, reportó.

Finalmente, reconoció que llevar servicios educativos en zonas de alta y muy alta marginación ya era de por sí un reto que se potencializó con la pandemia.

Pensemos en 700 mil niños y niñas entre educación especial y básica que son más o menos el doble de los alumnos de la UNAM y dispersémoslos en todo el país, en los rincones más apartados, en las montañas más altas, en la zonas lacustres más inaccesibles y ahí dispersamos esos 700 mil y luego en comunidades pequeñitas de 2 mil 500 habitantes y ahora vamos a conseguirles docentes voluntarios para que vayan a estos rincones a atender a todos estos niños; ahora hay que capacitarlos, porque no son maestros egresados todavía, son el voluntario educativo más grande del mundo, eso es lo que se hace en condiciones normales y se ha  venido haciendo por décadas”, explicó.

Ahora el reto de llevarlos en esta pandemia, de llevar estas figuras educativas en esta pandemia, crece sustancialmente porque ahora el reclutamiento se tiene que hacer totalmente a distancia y capacitarlos en línea, es un reto mayor”, concluyó.