Analizan cuerpos en fosas comunes de CdMx para corroborar si se trata de desaparecidos

MILENIO

El proyecto se encuentra en desarrollo en el Panteón Civil de Dolores; ahora arrancará su siguiente fase en Veracruz, Puebla y Sonora.

Poco más de medio centenar de hombres y mujeres reportados como desaparecidos en distintos estados del país podrían encontrarse en el Panteón Civil de Dolores y los registros de sus inhumaciones se hallan bajo análisis profundo de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB)  para determinar al cien por ciento sus identidades, como parte de la primera fase de un proyecto de rastreo de personas en cementerios públicos.

En una labor similar a la de buscar una aguja en un pajar, la CNB concluyó la semana pasada la sistematización de 16 mil documentos administrativos de la fosa común del Panteón Civil de Dolores -algunos de ellos tomados a mano- y tras digitalizarlos y elaborar una base de datos que contenía fechas, descripciones y reportes que datan hasta la década de los setenta, se encontraron numerosos registros promisorios.

En particular, luego de correr la nueva base de datos con registros nacionales (INE, INM, Secretaría de Gobernación), brotaron 60 coincidencias que concuerdan con la descripción de personas que desaparecieron a lo largo de los últimos años y cuyos cadáveres permanecen clasificados oficialmente como NN (Ningún Nombre). Hoy, de acuerdo a la CNB, se están revisando todos los elementos alrededor de su muerte para corroborar si se trata de desaparecidos.

A la espera de que avance el resto de esa identificación, el proyecto ya dio sus primeros frutos concretos: dos personas que habían sido inhumadas en la fosa común como NN ya fueron plenamente identificadas. Se trata de dos individuos que habían desaparecido en el Estado de México -sus cuerpos nunca habían sido encontrados- y que de alguna forma llegaron a la zona de fosas del panteón, ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo.

Tras corroborar su información genética, se exhumaron los restos e informó a sus familias, permitiéndoles cerrar un ciclo.

Según narran especialistas involucrados en el proyecto, la tarea de peinar los archivos del Panteón Civil de Dolores ha sido titánica, en especial por la dificultad de lidiar con miles de archivos en papel, tomados a lo largo de distintas décadas, con datos incompletos y metodologías variadas.

“No hay computadoras. En muchos casos, ni luz. Lo que hicimos fue entrar hasta la cocina administrativa del Panteón de Dolores. Nos llevamos todos sus papeles y reprodujimos todo su archivo sobre fosa común, con todos los cuerpos no reclamados. Son como 16 mil entradas y la estamos comparando con nuestra base de datos de personas desaparecidas y estamos encontrando decenas de coincidencias. Tenemos decenas de posibles positivos de otros estados”, reveló Javier Yankelevich, director de Operaciones de Búsqueda de la CNB.

Una vez que se ha probado la viabilidad de hallar desaparecidos en fosas comunes, el proyecto ahora arrancará su siguiente fase en Veracruz, Puebla y Sonora.

 

Oleada histórica de NNs

Pero mientras algunos cuerpos son identificados a cuentagotas, decenas más llegan a la fosa común del Panteón Civil. De acuerdo a registros del Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO), obtenidos por MILENIO vía transparencia, la Ciudad de México vive una ola histórica de muertes anónimas en sus calles. Todos los días, un promedio de al menos dos cuerpos que a la postre quedarán en el registro como NN aparecen en la vía pública de la capital, en albergues, estacionamientos, terrenos baldíos o en automóviles abandonados.

Es una cifra jamás vista: desde 2020, los cuerpos de al menos mil 372 personas sin identificación han sido descubiertos en algún punto de la ciudad, víctimas de covid, pulmonías, homicidio, ejecución vinculada al crimen organizado, suicidio, accidentes o atropellamientos. Sus cuerpos jamás fueron reclamados.

Si bien es común el hallazgo de cadáveres sin identificar en la Ciudad de México, las cifras que se reportan este año son históricas. En comparación con 2015, el número de cuerpos NN hallados hasta julio se había disparado en un 54 por ciento, con lo que 2021 se perfila ya para ser el peor periodo del que se tenga registro, con 2020 en segundo sitio.

En los padrones oficiales del Instituto de Ciencias Forenses se describen algunas de las causas de muerte de estos anónimos. Como el de un cadáver hallado en julio, en el kilómetro 26 de la carretera México-Cuernavaca “masculino, 50 años. Agresión por ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación”. O el de otro, descubierto flotando en Canal Nacional, en mayo: “causa de muerte: infarto agudo al miocardio”. Una historia similar es la de una mujer de 64 años, hallada en la colonia Margarita Maza de Juárez, en la Gustavo A. Madero: “lesión autoinflingida por estrangulamiento”.

 

Aunque sus muertes son variadas, todos comparten una dolorosa realidad: no pudieron ser identificados y hoy sus restos descansan en el Panteón Civil de Dolores, en la fosa común, a donde han sido enviados todos los cuerpos NN desde el inicio de la pandemia de covid-19 por razones sanitarias. En consecuencia, el número de cadáveres enviados a su fosa creció en 2020 en un 146 por ciento.

En el caso de homicidios, 112 cuerpos que fueron recuperados en la vía pública no fueron identificados entre 2020 y 2021, mientras que en suicidios, se registran 34. Pero junto con estos números, un análisis realizado por este diario evidencia el surgimiento de puntos que concentran el mayor número de hallazgos de cuerpos NNs por alguna razón: por ejemplo, la alcaldía Cuauhtémoc se halla a la cabeza, con 470 cadáveres, seguida por Iztapalapa, con 347 y Gustavo Madero, con 304. Venustiano Carranza reporta 284.

A nivel colonia, destacan tres: Centro, con 415 cuerpos. General Anaya, con 132. Y Viaducto Piedad, con 120.

La crisis de fallecimientos se ha visto acentuada por la pandemia de coronavirus, según se desprende de los registros del INCIFO. Desde 2020, año en el que se detectaron los primeros casos de coronavirus, 545 personas han fallecido por covid-19 o “neumonías”.

El primer caso de muerte confirmada por covid-19 se tiene registrado sólo unos días después del inicio de la pandemia, el 27 de marzo de 2020. Se trata de un hombre de 56 años, cuyo cadáver fue hallado en calzada Ermita Iztapalapa. Le siguió otro, el 30 de marzo y uno más el 4 de abril.

En total, el INCIFO reporta que entre 2020 y 2021, 126 personas fallecieron por covid-19 de manera confirmada, pero a éstos se suman 419 más por “insuficiencia respiratoria aguda, probable SARS-CoV-2” o “neumonía atípica probable SARS-CoV-2”.