Atacan a perros en pueblo mágico de Xico; van más de 30 lomitos envenenados
Vecinos del pueblo mágico de Xico salieron a las calles para exigir justicia por los más de 30 perros que han sido envenenados en la región; piden que se realice una investigación
EXCELSIOR
Los manifestantes, entre activistas y familias de esa demarcación, lamentaron que tal parece que la muerte de animales, a manos de quienes han colocado sustancias venenosas, es tomado a la ligera por algunos vecinos, pero debe ser motivo de reflexión.
Señalaron que, al ser una zona rural, también han muerto tlacuaches, gallinas y chivos, pues la sustancia se propaga.
«La muerte de animales es tomada como algo cotidiano, pero son seres vivos. Necesitamos crear conciencia para que respeten a los animales, no sólo a los perros, sino a toda la fauna, a todos los seres vivos, porque realmente no somos jueces para decidir que viva o que muera un animal por estar en una situación de calle», sostuvo Maribel Pichardo, quien es integrante de un grupo animalista.
Junto con un grupo de activistas defensores de animales, llevaron a los cadáveres de los canes para que les hicieran un análisis forense a la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales y Animales, para definir cuál fue la sustancia que acabó con sus vidas, pues buscan un castigo para el o los responsables.
«Entre voces se dicen muchas cosas, no podemos actuar de ninguna manera. Simplemente tratamos de hacer un llamado de atención para que toda la gente tome conciencia de lo que sucede».
Una alternativa que ofrecen a partir de este problema es la esterilización, para evitar la proliferación de animales que luego sigan en la calle y sean víctimas de envenenamientos masivos.
«Hacemos campañas masivas para esterilizar perros y gatos y evitar situaciones que a la sociedad le incomoda el hecho de que un perro esté en la calle, estorbando en la banqueta o que rompan bolsas de basura porque tienen hambre».
Lamentó que los animales más abandonados son las hembras que van a tener crías y los cachorros, a quienes envueltos en bolsas de plástico arrojan en la basura, al río o cerca de los parques.