Cártel Santa Rosa de Lima y CJNG por el control de Guanajuato, una radiografía tras el asesinato de Gisela Gaytán
La ejecución de Gisela Gaytán, candidata a la presidencia municipal de Celaya, volvió a avivar la dinámica político-criminal que mantienen las dos organizaciones delictivas que se disputan el control de la plaza y el estado.
MILENIO
La candidata, abanderada por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se encontraba en sus primeros días de campaña cuando la violencia que asedia a uno de los municipios más importantes de la entidad nuevamente se hizo presente.
Pese haber solicitado protección al Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG) tras recibir amenazas, la nula respuesta por parte de las autoridades se tradujo en un episodio más de violencia electoral que ha conmocionado a México.
Condolencias y exigencias de justicia se han hecho presentes tras darse a conocer el fallecimiento de Gisela Gaytán y la desaparición del candidato a regidor de la bancada guinda, Adrián Guerrero. No obstante, el ataque armado en su contra también evidenció la dinámica que dos organizaciones delictivas han adoptado para intentar apoderarse del control de Celaya.
¿Quién asesinó a Gisela Gaytán?
Una radiografía criminal del estado de Guanajuato realizada por MILENIO da cuenta de que son principalmente dos organizaciones delictivas las que se disputan el control del estado: el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Hasta el momento en el que se escribe esta nota, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guanajuato no ha informado sobre la detención de algún responsable del asesinato de la candidata morenista a la presidencia municipal, así como tampoco ha señalado a ninguno de los cárteles que operan en el estado de estar detrás del ataque armado.
Aunque las investigaciones se mantienen en hermetismo, una reciente entrevista que el consultor en seguridad pública, David Saucedo, concedió a MILENIO destacó la posible participación de alguna de las dos organizaciones en el ataque armado ocurrido la tarde del lunes primero de abril en Celaya.
«Es difícil poder atribuirle a un grupo en particular, señalar la autoría en virtud de que aunque sí hubo amenazas no tenemos claro si fue el Cártel de Santa Rosa de Lima el que cometió el atentado, aunque San Miguel Octopan sí es una zona bajo el control del Cártel de Santa Rosa de Lima desde hace muchos años. Ellos tienen el control de la venta de drogas al menudeo y también en esa zona en particular se da la comercialización de los combustibles robados de los ductos de Pemex», explicó el analista de seguridad pública.
De acuerdo con la explicación de David Saucedo, Celaya se ha consolidado como la capital económica de la organización delictiva que fundó José Antonio Yépez Ortiz , El Marro, quien actualmente se encuentra recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 1 en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Si bien es el Cártel de Santa Rosa de Lima el que controla Celaya, también cabe la posibilidad de que el Cártel Jalisco Nueva Generación haya ordenado el asesinato de Gisela Gaytán con el objetivo de “calentarles la plaza”, una práctica que ha sido común dentro del amplio historial de crímenes y masacres que forman parte de la disputa de ambas organizaciones.
«El Cártel Jalisco Nueva Generación comete estos actos de alto impacto en los polígonos bajo el control del Cártel de Santa Rosa de Lima para calentar la plaza, esto con el objeto de atraer a propósito la presencia de autoridades estatales y federales a algunas zonas y dejar descubiertas otras. Así que no tengo duda que el asesinato de Gisela Gaytán se da en el contexto, en una realidad, en donde hay grupos del crimen organizado que buscan controlar el municipio», aseveró el consultor en seguridad pública, David Saucedo, en entrevista con MILENIO.
Las amenazas y los intereses políticos
«La ciudadanía está con nosotros, nos cuida, pero sí claro que vamos a tener protocolos de seguridad, mismos que ya está viendo el jurídico del partido del estado», mencionó Gisela Gaytán durante una conferencia de prensa que encabezó en Celaya horas antes de ser asesinada.
La solicitud de protección por parte de la candidata a la presidencia municipal por Morena se dio luego de que recibiera una serie de amenazas que alertaron sobre el peligro que corría al querer encabezar un municipio permeado por una incesable ola de violencia.
El doctor en sociología e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luis Astorga, explicó en entrevista con MILENIO que existe una dependencia estructural de las organizaciones delictivas al poder político en el país.
En el caso específico de Celaya destaca que el Cártel de Santa Rosa de Lima ha señalado al gobierno municipal -y estatal- como sus enemigos, luego de que presuntamente favorecieron a sus aguerridos enemigos de la organización delictiva que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
Desde su perspectiva, las autoridades han cumplimentado órdenes de aprehensión de relevancia que afectan únicamente a la organización fundada por José Antonio Yépez -El Marro- , mientras que el CJNG continúa operando con impunidad.
«Celaya es una alcaldía bajo el control del Partido Acción Nacional (PAN) y el Cártel de Santa Rosa de Lima identifica al gobierno municipal como su adversario, de ahí que haya querido tener una cercanía o contacto con la candidata de Morena. Ella se niega a darle respaldo al Cártel de Santa Rosa de Lima y es por eso que se generó esta fricción […] Seguramente trataron de vincularse con la candidata de Morena, pero ella los rechazó, no aceptó ningún tipo de acuerdo de entendimiento de ningún tipo y lamentablemente se da este canal», explicó en entrevista con MILENIO el consultor en seguridad pública, David Saucedo.
El ‘ajedrez político’ y sus consecuencias
Nombres como el de José Remedios Aguirre , candidato de Morena a la alcaldía de Apaseo el Alto, o de José Antonio Acosta Cano, candidato a la presidencia municipal de Juventino de Rosas, figuran dentro del amplio historial de políticos locales que han sido asesinados en Guanajuato y de los cuales estarían detrás los grupos de la delincuencia organizada que se disputan el territorio.
En palabras del analista David Saucedo, lo que se presenta en la región es un cártel que hace uso del asesinato político para ir avanzando en el control de municipios de Guanajuato, una práctica a la que no se le ha puesto un alto.
«Si fue el Cártel de Santa Rosa de Lima el que asesinó a Gisela, lo único que hizo fue darle continuidad a una estrategia de asesinatos quirúrgicos dirigidos en contra de figuras clave de la política en las zonas que ellos están dominando y quieren su imperio criminal», señaló el consultor en seguridad pública.
Te recomendamos
La trágica boda en la que dieron por muerta a la hermana de “El Marro” del Cártel Santa Rosa de Lima
Policía
Las percepciones del experto consultado por MILENIO indican que, si el crimen que acabó con la vida de la candidata morenista a la presidencia municipal de Celaya fue ordenado por el Cártel de Santa Rosa de Lima, esto solo forma parte de un plan que les ha funcionado para mantener el municipio guanajuatense como su capital económica.
En caso de que los autores del homicidio fueran miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), es probable que la organización fundada por El Marro contraataque y perpetre agresiones en contra de políticos que “reciben el respaldo y financiamiento” del cártel de las cuatro letras.
Independientemente de la organización que sea responsable del asesinato de Gisela Gaytán y la desaparición de Adrián Guerrero, lo cierto es que las agresiones en contra de los políticos locales presagia un espiral de violencia que continuará marcando el actual proceso electoral pero también la historia de Guanajuato y el resto de México.
Diez casquillos de arma de fuego sobre el asfalto de una calle de la comunidad de San Miguel Octopan en Celaya, quedaron como evidencia de un violento ataque armado que le arrebató a Gisela Gaytán Gutiérrez su aspiración por convertirse en presidenta municipal, pero también su propia vida.