Cómo darle mi voto a Luis Martínez, si nos ha traicionado

POR HORACIO CORRO ESPINOSA

¿Cómo podemos confiar en Luis Martínez Sánchez, si, incluso, su publicidad es engañosa? La imagen que presenta está repleta de falsedades: utiliza filtros para embellecerse, cuando la realidad es otra. Los ojos que muestra no son suyos, pues su mirada es más Guadalupana, digamos. Pero este tema merece un análisis aparte. Si nos engaña con su fotografía, bien puede seguir haciéndolo como lo hizo durante los tres años anteriores.

Este señor y su equipo, a quienes no considero ofensivo llamar “chupadores” dado que ellos mismos se exhiben en las redes sociales en estado de ebriedad, han engañado tanto al pueblo que incluso se apropiaron de una máquina tratadora de PET perteneciente a los recicladores del Citreso. Esta máquina, donada por el Club Rotario, tiene un valor aproximado de 1 millón de pesos. ¿No es irónico que aquellos que prometieron servir al pueblo sean los mismos que le roban?

Cuando el Club Rotario donó esa máquina, debió ser instalada en el Citreso, pues ese era su destino. Sin embargo, Raúl Sánchez Peña, leal servidor del presidente municipal, trasladó el aparato a Rancho Jesús. Una vez allí, el presidente, en su búsqueda de reelección, se la entregó a los integrantes de la Catem. ¿Por qué lo hizo? ¿Tal vez por miedo, por incapacidad para defender a los huajuapeños, por reconocer que debe someterse ante ellos, o simplemente porque no es su dinero y le resultó fácil otorgársela a un grupo dedicado a la extorsión?

Tramposamente, el presidente Martínez Sánchez formó un grupo paralelo de supuestos recicladores. En realidad, estos individuos no entienden nada de este trabajo; al contrario, se han dedicado a robar. Este grupo de esquiroles, al servicio de quien busca la reelección a la presidencia municipal, fue bautizado por el presidente con el nombre de: Recicladores de la Mixteca.

Hace varias semanas, estos mismos personajes tomaron las instalaciones de las tiendas Aurrerá para presionar a los encargados a que les entreguen todo el cartón que sale de esos lugares. Asimismo, las tiendas más grandes de la ciudad también le otorgan a este grupo de delincuentes todo su cartón gratuitamente.

Los recicladores del Citreso, enojados por esta situación, buscaron el apoyo del encargado de ese centro, Raúl Sánchez Peña. Sin embargo, lo encontraron conversando con el líder del sindicato de la Catem, Oscar Martínez. Lo que los recicladores desconocían es que Raúl y Oscar son compadres y trabajan en común acuerdo. Detrás de este par de sujetos está el presidente municipal, quien busca hacerse de dinero a través del PET, del cartón y de otros materiales reciclables de la basura.

Las presiones que realizan los de la Catem hacia los comerciantes, las respalda el presidente Luis Martínez. A esto se le llama estafa, cobro por derecho de piso, extorsión, entre otros.

Los recicladores del Citreso, que suman alrededor de 33 personas, llevan 12 años trabajando en la selección de materiales. Además, tienen aproximadamente 22 años trabajando en lo mismo, desde cuando el tiradero era libre.

Pero eso no es todo, los de la Catem se apropiaron del Citreso, y el ayuntamiento municipal no ha hecho absolutamente nada para sacarlos de ese lugar. Esto significa que detrás de las vejaciones contra los trabajadores está el mismo presidente municipal, el mismo que busca la reelección, el mismo que ha traicionado a los trabajadores que no tienen ningún sueldo base ni servicios médicos ni nada. Ellos son los recolectores de los camiones de basura, pero sin sueldo. No obstante, los de la Catem, tienen un sueldo y servicios médicos municipales.

Entonces, ¿cómo darle mi voto a Luis Martínez Sánchez, si ha traicionado a los más pobres de la ciudad? ¿Cómo confiar en el presidente que busca su reelección si tiene contratados a golpeadores, extorsionadores y abusivos de Huajuapan? Y ahora más, ha amenazado a sus mismos trabajadores del ayuntamiento, que si votan por un partido contrario al de él, serán despedidos e incluso encarcelados.

Seguramente el Club Rotario desconoce que su donación, que fue con fines benéficos, sea utilizada para un negocio particular.