Familia de Miguel Martínez confía en que saldrá campeón en los Juegos Olímpicos: «Es emotivo ver su crecimiento»

La madre y hermana del boxeador mexicano hablaron sobre cómo han vivido sus competencias junto a él y se preparan para ver la actividad de París 2024 desde su casa por televisión

MILENIO 

La familia de Miguel Martínez vive en la colonia Felipe Ángeles, en Durango, donde continúa con su vida normal y esperando el sábado 27 de julio para verlo debutar en los Juegos Olímpicos, pero al ser una familia muy humilde, tendrán que disfrutar ese momento por medio del televisor.

“Somos de una familia de bajos recursos, entonces él ha tenido muchas carencias en ese aspecto. Gracias a Dios muchas personas le abrieron las puertas y lo han apoyado muchísimo, entre ellos su abuelo. Me siento muy orgullosa de ver el crecimiento que ha tenido y es un sentimiento que no puede describirse. Es muy emotivo ver el crecimiento de mi hijo y de ver cómo está logrando sus metas”, indicó Idania Ramírez, madre del boxeador.

Ramírez señaló que se encontraba trabajando en el momento que su hijo obtuvo la clasificación, por lo que no pudo aguantar ese sentimiento de felicidad al ver a Miguel logrando el sueño olímpico.

Me emocioné, me salieron las lágrimas, pero de alegría, al ver lo que él está logrando, además, sabemos que todavía va a lograr más y no quedarse nada más en la clasificación. Estaba viendo su pelea en los Panamericanos en el celular, haciendo mis labores en la casa donde trabajo. Ya cuando vi la clasificación, pues fue algo muy bonito”, precisó la mamá.

«Yo lo veo campeón, sé que soy su madre, pero yo lo veo campeón. todo va a salir bien», añadió.

Por su parte, la hermana del deportista, Guadalupe Martínez, menciona que es muy apegada a su hermano e incluso le ha llegado a dar consejos para tener una mejor técnica.

“Yo no más le digo que pues le eche muchas ganas y que vaya con todo, que no baje la guardia porque hubo un tiempo que lo hacía y le entraban muchos golpes. Que se prepare mucho y que después de Olímpicos habrá un tiempo de descansar”, mencionó Guadalupe.

La mamá compartió que fue complicado que Miguel se tuviera que ir de Durango para entrar en la Ciudad de México.

Cuando le mandaron a hablar del CNAR por primera vez fue muy difícil para él separarse de mis papás. Yo siempre he trabajado, pero mis papás eran los que estaban a cargo de él, por lo que mi mamá no quería que se fuera, todos tenían su aprobación menos de mi mamá. Finalmente la convencimos de que él podía salir adelante y no truncarle esa oportunidad, ese sueño y esa posibilidad que se le estaba dando, no todos tienen esa suerte de que les puedan abrir las puertas en este tipo de instalaciones, así que nada más era soltarlo para para que él volara”, precisó.