Ante el rápido repunte de casos en República Democrática del Congo y un número creciente de países de África, la mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, es hoy una emergencia de salud pública de importancia internacional.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la nueva cepa del virus (el clado Ib) es una de las principales causas de este incremento, por lo que actualmente se busca una respuesta mundial coordinada para “detener los brotes y salvar vidas”.

La nueva variante ya ha alcanzado territorios fuera del continente africano, por ejemplo, Suecia y Pakistán. Sin embargo, en otros más solo se han notificado contagios ocasionados por la cepa anterior: el clado II.

¿Qué sabemos sobre la situación en México?

En respuesta a la alerta de la OMS, las autoridades mexicanas ya se encuentran monitoreando cualquier caso sospechoso para así frenar una futura cadena de contagio. Hasta este 19 de agosto no hay señales de que la nueva cepa haya llegado al país.

Lo que sí se ha detectado es la circulación de la variante anterior: del 01 de enero al 05 de agosto del 2024 se tiene un total de 212 casos notificados, de los cuales 49 ya se confirmaron y se distribuyen en 11 entidades, según el reportedel Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica. 

• Ciudad de México (29) 
• QuintanaRoo (7)
• Jalisco (3)
• Morelos (2)
• Puebla (2)
• Estado de México (1)
• Nuevo León (1)
• Sinaloa (1)
• Tamaulipas (1)
• Tlaxcala (1)
• Veracruz (1)

​Previo a la alerta de la OMS, emitida el 14 de agosto de este año, el reporte del organismo internacional colocó a México como uno de los diez países más afectados por la enfermedad: del primero de enero de 2022 al 30 de junio de este 2024 acumuló un total de 4 mil 124 casos y 34 muertes.

En tanto, los expertos destacan que la situación “está bajo control”. Mauricio Rodriguez Álvarez, vocero del Programa de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha asegurado que no hay señal de alarma.

Esto a partir de los indicadores epidemiológicos, como el porcentaje de población infectada y el número de contagios que se han dado en el último período.

“De momento no hay ningún indicador de que mpox sea un problema en México”, declaró a Gaceta UNAM.

Vacunas y tratamiento en México

Actualmente ya existen dos vacunas contra este tipo de viruela, y ambas han sido aprobadas por la OMS, sin embargo, el organismo no recomienda la vacunación masiva de estos fármacos.

Las vacunas se recomiendan post-exposición para personas detectadas y sus contactos. Para la población con mayor riesgo se recomiendan las vacunas preexposión, como personas con VIH, hombres gais, bisexuales y hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.

En México los inmunológicos aún no están disponibles, tampoco hay medicamentos u otro tipo de insumos específicos para la prevención y/o tratamiento de la enfermedad.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no ha emitido permisos para la compra o venta de estos productos, por lo que de acuerdo con el Plan de respuesta para el Abordaje de la Viruela Símica, “se recomienda no adquirirlo(s) ni administrarlo(s) ya que se desconoce su contenido, manejo y resguardo”.

¿Cómo se atiende en México?

A nivel mundial, no existe como tal un tratamiento, sin embargo, en caso de que el paciente presente síntomas leves y sin riesgo de complicaciones, puede prescindir de la hospitalización, bastará con aislamiento en el hogar durante el periodo infeccioso, como explica la Guía para el Manejo Médico de casos de virtual sísmica en México.

Si un paciente llega a presentar complicaciones será necesario traslado al hospital. Algunos de los síntomas de alarma son:

• Tos
• Dificultad para respirar
• Fiebre persistente o difícil de controlar
• Alteraciones del estado neurológico
• Infecciones secundarias
• Infección en los ojos

En caso de sospecha de un contagio, las personas pueden acudir a la unidad de salud más cercana para solicitar un diagnóstico. En la Ciudad de México se realizan pruebas tanto en la Clínica Condesa como en los Centros de Salud T-III.