Velas escamadas: el arte que da luz a las ofrendas monumentales de Tochimilco, Puebla

La producción de las más de 2 mil velas que comercializan en la temporada las hermanas flores inicia con por lo menos un mes de anticipación.

MILENIO 

Mientras sostiene una larga vela sobre el fuego de un anafre, doña Arcelia Flores revela a MILENIO los secretos de una de las tradiciones más emblemáticas de la temporada de Día de Muertos, se trata de las “Velas Escamadas”, imprescindible en las ofrendas monumentales de Tochimilco, Puebla.

Rodeada por decenas de velas ya colgadas y decoradas, mientras trabaja junto con su hermana en un pequeño taller familiar, la señora Arcelia cuenta que el peculiar nombre de este arte efímero se lo deben a los adornos que manos poblanas moldean en cada cera y que asemejan las escamas de pescado.

«Es por tradición de aquí del pueblo y el significado es la luz para las ánimas… en cualquier altar no puede faltar la vela, la veladora o algo encendido que es luz sobre todo para las ánimas».

Doña Arcelia y su hermana Rubicela tienen 25 años elaborando este tipo de velas luego de que, tras casarse, su suegra le revelara los secretos del oficio y le heredara la tradición y aunque su elaboración pareciera sencilla, se requiere de pacienciadelicadeza precisión, además de horas y horas de trabajo frente al fuego.

“Es complicado y sobre todo a lo largo de los años se va sintiendo, si se calienta para empezar las manos, los brazos, como permanecemos sentadas, las rodillas, en el caso de estar ahí varias horas porque son horas las que llevamos ahí, si no nos cuidamos, por ejemplo, ya con el trabajo empieza que duele el dedo, el brazo, afecta a lo largo la salud”.

Su trabajo es valorado incluso en otros países en donde los migrantes mexicanos mantienen viva la tradición de Día De Muertos, cuenta Rubicela a MILENIO.

“De hecho a Estados Unidos ya se fue un viaje, allá venden también… la compran los paisanos para poner sus ofrendas, eso quiere decir que sus tradiciones, aunque estén lejos del pueblo, sus tradiciones siguen”.

Producción de velas escamadas

Para hacer cada una de estas velas escamadas, primero la cera se pasa por el fuego y cuando está a punto se moldea cada escama con ayuda de unas pinzas, finalmente se decora con diamantina y se le coloca una carita de ángel.

“En los altares también prevalece la imagen de los ángeles, entonces tenemos la creencia de que cuando nuestros familiares o la persona que falleció sobre todo si son pequeños se dice ‘se convirtió en un angelito’, entonces esa es la esencia del ángel”, relata doña Arcelia mientras pega justamente un angelito a una de las velas.

La producción de las más de 2 mil velas que comercializan en la temporada las hermanas flores inicia con por lo menos un mes de anticipación y así como el pequeño taller familiar de Arcelia, en Tochimilco, Puebla, existen alrededor de otras 10 familias que mantienen viva la llama de las velas escamadas.