Cinco mitos comunes sobre la diabetes, aclarados

Sufrir un susto, comer muchos dulces o ser de talla grande no garantiza que puedas parecer diabetes

HERALDO DE MÉXICO 

La diabetes es una de las enfermedades más extendidas en todo el mundo. De acuerdo con cifras de la Federación Internacional de la Diabetes, alrededor de 537 millones de personas la padecen en todo el mundo.

“La diabetes sacarina o diabetes mellitus es una enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce”, describe la Organización Mundial de la Salud.

Uno de los efectos más conocidos de la diabetes es la hipoglucemia, esto es, el aumento rápido de la glucosa en la sangre lo cual, a la larga, genera fallos en distintos órganos, los cuales incluyen el corazón, por lo que puede provocar la muerte.

De mantenerse la tendencia actual, para 2030 podrían padecerla 643 millones de personas. Con un 24 por ciento de crecimiento anual, la zona de América del Norte y el Caribe, donde se encuentra México, se trata de una de las regiones con mayor crecimiento en el mundo.

“Cerca del 90 por ciento de los pacientes tienen diabetes tipo 2, la cual tiene factores socioeconómicos, demográficos, ambientales y genéticos. Los mayores contribuyentes al avance de la diabetes tipo 2 incluyen la urbanización, una población que envejece, disminución en niveles de actividad física e incremento del sobrepeso y obesidad”, señala.

Por desgracia, los mitos alrededor de la diabetes generan una desinformación que puede ser muy peligrosa tanto para las personas que la padecen como para quienes los rodean. Aquí hay cinco de ellas.

¿Me puede dar diabetes por un susto?

No. La diabetes es una enfermedad crónica y degenerativa, la cual tiene una base que puede ser genética, pero siempre es gradual, por lo que una impresión no la causa, aunque sí puede disparar sus síntomas.

“Cuando enfrentas un estado de alarma o estrés o cuando tienes una emoción muy fuerte, enojo, susto, impresión, tu cuerpo produce hormonas como la adrenalina que actúan en contra de la insulina y eso hace que los niveles de glucosa se disparen”, detalla la Federación Mexicana de la Diabetes (FMD).

¿La diabetes es contagiosa?

No. Ninguno de los tres tipos de diabetes conocidos, incluyendo la tipo 2 que es la más difundida en el mundo, se contagia por algún tipo de virus o bacteria, pues en realidad se debe a fallas internas.

“La diabetes tipo 2 obedece a diversos elementos llamados factores de riesgo que predisponen a desarrollar este padecimiento. Muchos de estos factores se repiten en familiares y personas cercanas, eso hace que la enfermedad se repita con mucha frecuencia en tu entorno, pero de ninguna manera se trata de un contagio”, señala la FMD.

Comer dulces da diabetes

No. Aunque la ingesta excesiva de azúcar puede provocar sobrepeso u obesidad, los cuales sí son factores de riesgo para padecer diabetes, el consumo de ningún alimento por sí mismo puede provocar la enfermedad.

“Para las personas que no tienen diabetes, el problema principal relacionado con el consumo de mucha azúcar y de bebidas endulzadas con azúcar es que les puede producir sobrepeso. Y tener sobrepeso sí aumenta su riesgo de padecer diabetes”, explica el portal Medline Plus.

El nopal cura la diabetes

No. Desgraciadamente, no existe cura actualmente para la diabetes, aunque llevar una alimentación balanceada y realizar actividad física constante puede ayudar a atenuar sus síntomas.

De acuerdo con la Federación Internacional de la Diabetes, el consumo de alimentos altos en fibra y con un bajo contenido de azúcares puede ayudar a tener una mayor sensación de saciedad y, con ello, favorecer a una dieta saludable.

La diabetes da ceguera

Falso. Por sí misma, la diabetes solo afecta la manera en la que el páncreas segrega insulina, la sustancia encargada de llevar la glucosa a los lugares donde es necesaria, por lo que no provoca directamente amputaciones o ceguera.

“La aparición de complicaciones a largo plazo coinciden muchas veces con la prescripción médica de insulina. Esto no obedece a la aplicación de insulina, sino a que se ha mantenido un descontrol prolongado de los niveles de glucosa que ha ido afectando diversos órganos de nuestro cuerpo”, explica la FMD.

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