Erigen estatua de bronce en honor a ‘Nalah’, perrita rescatista que salvó a 17 personas

La perrita rescatista, que murió en 2022, logró salvar la vida de 17 personas, 12 en los sismos de 2017.

MILENIO 

En el Parque Álamos, de la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México, integrantes de los grupos 46 y 318 de Scouts y autoridades de la alcaldía develaron una estatua de bronce en memoria de Nalah, una perrita rescatista Golden Retriever que falleció en 2022 y cuya labor permitió salvar la vida de 17 personas, 12 en los sismos de 2017.

Por su heroica labor durante los sismos, el binomio canino (K9) integrado por Nahla y su manejadora, Janette Ficachi, fueron reconocidas; además de su importante labor de localización y rescate de individuos en estructuras colapsadas, rehabilitación emocional a damnificados, sensibilización, capacitación y enseñanza en temas de protección civil.

El binomio canino perteneció al grupo 185 de atención de emergencias del ERUM en la alcaldía Benito Juárez, hasta el año 2020, cuando Nahla fue retirada del servicio.

La estatua develada fue realizada por el artista Guillermo Soto y el fundidor Guillermo Alonso, quien se dijo orgulloso y honrado de poder dejar a la posteridad un reconocimiento a la labor de rescate de Nalah.

Nalah, la perrita rescatista del 19-S

En marzo de 2022, la perrita rescatista que ayudó en labores de rescate tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México falleció a los 10 años de edad.

«Fue una compañera de vida excepcional, noble, leal, cariñosa, inteligente. Como perro de trabajo tenía una capacidad extraordinaria para la localización y marcaje de víctimas, fue una K9 nata y dedicada a su labor. Partió el 24 de marzo de 2022. ¡Buena chica, buen trabajo! Fin de búsqueda ¡Libre!», dijo al despedirla Janette Ficachi, manejadora y humana de Nalah.

Nalah era una Golden Retriever también colaboró en la búsqueda de personas tras la explosión en la torre de Petróleos Mexicanos (Pemex), en 2013.

«Nalah nació el 17 de mayo de 2011, fue adoptada a los tres meses por su familia humana, a los ocho meses comenzó su entrenamiento como perro de búsqueda y rescate en el ERUM, que duró dos años aproximadamente».

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