Tras oro histórico, buscan a otro ‘diamante’ en Botsuana

El campeón olímpico de los 200 metros, Letsile Tebogo, espera que su logro siga inspirando a más jóvenes a hacer deporte. No busca imitar el show de Noah Lyles

EXCELSIOR 

Tras haber logrado un inesperado oro olímpico para África por encima de superpotencias del esprint como Estados Unidos o Jamaica, el botsuano Letsile Tebogo aspira ahora a liberar el «letal» potencial de los atletas del continente africano.

El joven de 21 años fue uno de los grandes protagonistas en París 2024, convirtiéndose en el primer africano en ganar el oro en los 200 metros. Obtuvo además la plata en los relevos 4×400 metros.

El primer oro olímpico de Botsuana recorrió los 200 m en 19.46 segundos, la quinta mejor marca de la historia, con la que batió el récord de África y superó de paso a la estrella estadunidense Noah Lyles, bronce.

Un logro que llegó meses después de la trágica pérdida de su madre, quien falleció en mayo y a quien considera «el motor y el impulso» detrás de su éxito.

Como símbolo de su nuevo estatus, Tebogo es uno de los dos finalistas a ganar el premio a mejor atleta masculino en pista del año, junto al noruego Jakob Ingebrigtsen.

Desde el final de una exitosa temporada de Liga de Diamante ha pasado su tiempo libre como granjero en Botsuana, pero en las próximas semanas comenzará a preparar la próxima temporada. “Los Juegos Olímpicos me han llevado a un nivel diferente”, cuenta Tebogo en una fresca mañana del otoño londinense. “Me ha abierto muchas puertas”.

“(El oro) Ha creado más empoderamiento para los jóvenes del país (Botsuana), del continente africano, porque ahora muchos jóvenes quieren comprometerse en actividades deportivas, no únicamente atletismo, porque les he enseñado que todo es posible”, relata.

Tebogo continúa así ampliando el legado de Frankie Fredericks, considerado el precursor de los velocistas africanos modernos.

Pero Tebogo ya ha llegado un paso más lejos que el namibio, quien logró medallas de plata en los Juegos Olímpicos de 1992 y 1996, y espera que su éxito pueda inspirar a otros.

“Creo que hay un auténtico potencial en África, simplemente no tenemos tantos recursos como otros países”, dijo. “Si tuviéramos los recursos, África podría ser uno de los continentes más letales”.

Tebogo quiere que haya dinero público destinado a formar a entrenadores y a mejorar instalaciones y estadios para motivar a los jóvenes atletas.

“Una vez encuentres un diamante en África, no sabes cuándo vas a encontrar el siguiente”, afirma. “Porque tenemos el talento, pero no los entrenadores”.

Toda Botsuana celebró el triunfo de Tebogo en París y el presidente Mokgweetsi Masisi declaró media jornada festiva. Además, el atleta recibió dos casas de parte del gobierno.

Tebogo no encaja en el molde de estrella del esprint presumida y extrovertida y tampoco está interesado en imitar el show de Noah Lyles cada vez que salta a la pista. Con anterioridad ha tachado a su rival estadunidense de “ruidoso” y “arrogante”.

“A lo que me refiero es a que dejo que sean mis piernas quienes hablen porque yo soy una persona reservada”, declaró Tebogo, quien ha visitado Londres para un evento junto a su patrocinador, el despacho de abogados DLA Piper Africa.

“Si (Lyles) hace lo que hace porque es su forma de ser, tenemos que aceptar que es así y pasar del tema”, apuntó.

Tampoco quedó demasiado impresionado con el punto de vista adoptado en los últimos episodios del show de Netflix «Sprint», sobre el que se expresó en la red social X diciendo que era un “show estadounidense”, demasiado centrado en las estrellas de ese país.

Tebogo, quien se mostró al mundo con su plata en los 100 m y su bronce en los 200 m del Mundial de atletismo de Budapest 2023, admite que la fama trae consigo cosas positivas y negativas.

“Lo positivo es que te reconocen allá donde vayas”, dijo. “Ahora te puedes abrir puertas solo con tu nombre”, dijo.

“El lado malo de ser famoso, creo, es que ya no eres un ser humano libre. Todo el mundo te está mirando, cada paso que das, todo el mundo mira si pisas la piedra correcta, si no te vas a caer”, valoró.

El botsuano, un apasionado futbolista en su juventud que decidió centrarse solo en el atletismo relativamente tarde, admite que todavía no ha llegado a su mejor versión y cree que algunas cosas harán «click» en 2025.

“Todavía no me he sentado con el entrenador y el equipo para conversar sobre nuestros planes para 2025, pero creo que haré que África esté orgullosa”, avanzó.

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