Veracruz, tercer lugar nacional en embarazos infantiles en 2024
Se registraron 615 casos, en su mayoría derivados de violencia sexual.

MILENIO
En 2024, Veracruz se posicionó en el tercer lugar nacional en embarazos infantiles, con 615 casos registrados, la mayoría derivados de violencia sexual.
Durante ese mismo periodo, solo se realizaron 17 interrupciones voluntarias del embarazo, a pesar de que existen hospitales públicos habilitados para acabo estos procedimientos.
La gran mayoría de las madres no recibió la opción de abortar, ni siquiera en casos de violación, denunció Adriana Fuentes, Aracely González Saavedra y Maribel Apatlax, integrantes de la Organización Equifonía A.C., asociación civil que promueve y defiende los derechos de las mujeres y las niñas.
Los 615 casos fueron de menores de entre 10 y 14 años, y casi todos fueron producto de delitos de violencia sexual.
Desde el 2019 la entidad veracruzana se mantiene en tercer lugar, “Veracruz ocupó el tercer lugar nacional en embarazo infantil, que se da en menores de 15 años, es diferente del embarazo adolescente (a partir de los 16 años)”.
“En 2024 las cifras cerraron 615 casos de niñas que tuvieron un parto, desafortunadamente no podemos hablar de prevención, pero sí podemos hablar de aminorar los riesgos e impactos para estas niñas”.
La organización, conformada por mujeres de diferentes disciplinas, informó que los municipios con mayor número de embarazos infantiles son Xalapa con 43; Minatitlán con 40; Oluta con 30 de ellos; Veracruz que registró 29.
También se registaron entre 11 y 18 casos en Orizaba, Córdoba, San Andrés Tuxtla, Martínez de la Torre, Perote y Cosamalopan.
Los datos fueron obtenidos de la Dirección General de Información en Salud ( DGIS) de la Secretaría de Salud.
Equifonía señala que las autoridades son responsables de salvaguardar y garantizar el bienestar de todas las niñas y mujeres.
“Como sociedad la tenemos de no sumar a discursos de odio. Cada vez que la comunidad juzga y una autoridad es omisa ante los casos de violencias contra niñas y mujeres, se perpetua la vulnerabilidad de las víctimas”, señalaron.
En cuanto a casos de violencia sexual, algunos no han recibido justica.
Gabriela era una adolescente de 17 años cuando fue víctima de violencia sexual en Ixhuatlancillo por un miembro de “Mujeres voluntarias para el desarrollo de Ixhuatlancillo”.
Su agresor permaneció dos años en prisión preventiva, pero fue liberado por una jueza.
La familia de Gabriela, que es indígena, señala que la jueza que atendió el caso fue parcial con los testigos que presentaba el agresor, quien es un líder social.
Desde que Gabriela denunció a su agresor, ha sido objeto de hostigamiento por parte de la comunidad, que organizó ataques contra ella en la plaza principal.
A pesar de las agresiones, las autoridades municipales han permanecido omisas. Además, esto provocó que Gabriela y su amilia huyeran de su hogar.
En otro caso, Fátima, madre de tres hijos menores de edad en Coscomatepec, vivió siete años de violencia por parte de su pareja.
Tras separarse, él la acosó y dejó de cumplir con la pensión alimentica, además de hurtar electrodomésticos.
A pesar de sus intentos de solicitar apoyo a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, al Instituto Municipal de Mujeres y al Centro de Salud las autoridades locales no ofrecieron ayuda.
En lugar de recibir asistencia, Fátima fue denunciada por la madre de su agresor por omisión de cuidados.
La violencia comunitaria contribuye a la impunidad, lo que llevá a que las víctimas a que desistan de seguir adelante con el proceso judicial.
Ante estos hechos, Equifonía exige al alcalde de Ixhuatlancillo, Fernando Ochoa Vega, y de Coscomatepec, José Luis Alonso Suárez, que actúen para garantizar la justicia en estos casos.
Asimismo, pide a la Fiscalía de Veracruz y al Poder Judicial que tomen las acciones necesarias para abordar estas injusticias.