La tensión en los cuartos de final de la Liga de Campeones no se limita al césped . Tras la victoria por 2-1 del Inter de Milán sobre el Bayern Múnich en el partido de ida disputado en Alemania, el delantero inglés Harry Kane encendió la polémica al criticar abiertamente la efusividad con la que los jugadores italianos celebraron el triunfo.
Celebraron como si hubieran ganado la eliminatoria”, dijo Kane, en declaraciones que han generado reacciones encontradas dentro y fuera de los vestuarios.
El goleador del Bayern no estuvo solo en su molestia. El entrenador Vincent Kompany también compartió el sentir de su capitán, insinuando que la actitud del Inter fue, cuando menos, prematura. Ambos insistieron en que aún queda mucho por disputarse, haciendo referencia al partido de vuelta que se jugará este miércoles en el estadio San Siro .
Sin embargo, desde el conjunto nerazzurri no tardaron en responder. Henrikh Mkhitaryan , centrocampista del Inter , restó importancia a las críticas y negó que se haya tratado de una celebración fuera de lugar.
El gol de Davide Frattesi en los minutos finales del encuentro, que significó la victoria tras un empate momentáneo de Thomas Müller, desató la euforia Foto: AP
Sabemos lo que hicimos, estábamos simplemente felices después del primer partido; no fue una celebración masiva. Hay mucha gente que habla fuera del campo… tratamos de no escuchar nada de eso», señaló.
¿Celebrar está prohibido?
La controversia ha puesto sobre la mesa un debate clásico en el fútbol moderno: ¿cuánto es demasiado a la hora de celebrar una victoria parcial? Para el Inter , la alegría del triunfo fue una expresión natural tras vencer en terreno hostil y ante uno de los clubes más poderosos del continente. Para el Bayern , en cambio, fue una muestra de arrogancia y falta de mesura.
El gol de Davide Frattesi en los minutos finales del encuentro, que significó la victoria tras un empate momentáneo de Thomas Müller, desató la euforia. Frattesi incluso fue amonestado por quitarse la camiseta. El Bayern consideró que la euforia continuó más allá del pitido final, interpretándola como un exceso que olvidó que la eliminatoria aún está abierta.
“No debemos mirar los precedentes”, dijo el técnico del Inter, Simone Inzaghi, haciendo alusión al historial negativo del club italiano contra el Bayern en San Siro, donde han perdido en las cuatro ocasiones anteriores sin apenas marcar. “Estamos en el entretiempo de una eliminatoria de 180 minutos. El respeto por el rival está, pero también creemos en lo que podemos hacer.”
Kane baja el tono, pero el mensaje ya está hecho
A pesar de su crítica inicial, Kane intentó suavizar su postura durante la conferencia de prensa previa al partido de vuelta. “Tal vez fue solo en el momento, las emociones después del partido”, dijo. “Estoy seguro de que si ganamos mañana y pasamos, habría una celebración para nosotros. Es fútbol, es lo que es.”
Pero para muchos, la declaración inicial de Kane ya había servido como dardo público hacia un Inter que, según la visión del entorno bávaro, se vio más eufórico de lo que la situación ameritaba. En el fondo, la molestia del Bayern parece responder no solo a una percepción de soberbia, sino a la frustración de haber perdido en casa por primera vez en la Champions en casi cuatro años.
Viejos fantasmas y nuevas oportunidades
Inzaghi reconoció que la historia no ha favorecido al Inter frente al Bayern en su estadio, aunque recordó un triunfo imborrable: la final de la Liga de Campeones 2010, donde los italianos vencieron precisamente al club bávaro para coronarse campeones de Europa. Esa victoria fue parte del histórico triplete que hoy el Inter sueña con repetir.
La plantilla alemana, por su parte, llega con dudas defensivas tras un empate reciente en la Bundesliga, donde el surcoreano Kim Min-jae cometió un error decisivo. Kane, sin embargo, lo respaldó públicamente: “Min-jae ha sido uno de nuestros mejores jugadores. Ha estado jugando a pesar de algunas dificultades físicas y siempre da todo por el equipo.”