«No hay nuevas generaciones», el oficio de reparador de calzado está en peligro de extinción

Don Roberto Salazar Murillo lleva más de 35 años reparando zapatos, dice que son contadas las personas que se dedican a este oficio.

MILENIO 

«Estamos en peligro de extinción», palabras de don Roberto Salazar Murillo, que más de 35 de sus 50 años se ha dedicado a darle una nueva vida a sin fin de zapatos, tenis, bolsas y cinturones. Afirma que cada vez hay menos reparadores de calzado, mucho menos nuevas generaciones que sigan sus pasos.

En su perspectiva, considera que actualmente son contadas las personas dedicadas a la reparación de calzado, en Torreón calcula que hay unos 15 negocios de este giro y algo aproximado entre Gómez Palacio y Lerdo.

“No hay nuevas generaciones de reparadores de calzado, les digo a mis clientes que ya nos estamos extinguiendo. Tengo 50 años de edad, y de todos los zapateros que conozco yo soy el más joven, tengo más de 35 años en este oficio”, compartió Roberto, quien es el actual propietario de la zapatería “Days”, negocio con más de 70 años de tradición en Torreón.

Entre su vestimenta para el trabajo no puede faltar su peculiar mandil de mezclilla, el cual en una parte tiene las huellas del trabajo en una mancha de material plástico seco, ahí se retira el excedente de pegamento que le queda en el dedo cuando lo unta en el calzado.

Roberto Salazar Murillo calcula que hay unos 15 negocios de este giro en La Laguna. | Verónica Rivera

Sobre el mostrador de su negocio ya lo esperan alrededor de 10 pares de zapatos, huaraches y tenis con diferentes defectos, unos con detalles muy sencillos y otros en un estado que fácilmente pudieran irse a la basura, sin embargo, dice que muchos buscan repararlos debido a que solamente con ese par pueden caminar cómodamente, otros por su valor sentimental.

Su hermano mayor fue su primer maestro antes de los 15 años de edad, desde iniciar barriendo el local hasta enseñarse a coser, pegar las suelas, clavar los tacones, pintar una bolsa o limpiar zapatos.

Su hermano mayor fue su primer maestro antes de los 15 años de edad. | Verónica Rivera

Reparar calzado ha sido un oficio que a Roberto Salazar, con el apoyo de su esposa, les ha dado para que sus tres hijas tengan estudios, una de ellas tiene estudios en psicología, una es diseñadora de modas y otra que estudia la carrera en Derecho.

Épocas difíciles

Recuerda las épocas difíciles que han pasado los reparadores de calzado, primero con la llegada de los “vales” o crédito en las zapaterías, allá a inicios de la década del 2000, la gente dejó de reparar zapatos y compraba otros. Luego en la época de inseguridad entre el 2008 y 2010, y recientemente con la pandemia del Covid-19, lo más duro.

Comenta que le han llevado a reparar calzado y bolsas de todo tipo y calidad desde lo más sencillo hasta los más top, como aquella bolsa con valor de 500 mil pesos que tenía herrajes de oro que optó por no reparar por la responsabilidad y tiempo que se llevaría. También tiene una caja con varios pares de zapatos de marcas reconocidas que cada mes le lleva una clienta para darles una limpieza.

Roberto Salazar Murillo es el dueño Zapatería 'Days'. | Verónica Rivera

La piel de res con la que trabaja se trae de León, Guanajuato, y aunque también se consigue piel de La Laguna, resulta más cara que la que consiguen en el bajío, misma que vende la piel entera de la res o se puede comprar por mitades.

Zapatería “Days”

Zapatería “Days”, es el nombre del negocio que los antiguos dueños habían puesto dado a que era la familia Díaz, por lo que Roberto decidió seguir con su legado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *