Tras perder empleo, hombre se disfraza del ‘Sombrerero’ para vender dulces en la calle | Historia viral

Sentado en una jardinera, Sebastián contó su historia a un artista: "Cometí el error de salirme del trabajo"; pronto se volvió viral.

MILENIO 

Para salir adelante en la vida hay quienes hacen esfuerzos muy grandes. Ejemplos de lo anterior hay varios, como el joven que tuvo que pasar muchos años vendiendo pollo con el fin de solventar sus estudios, logrando graduarse en compañía de su familia.

Ahora otro caso de resiliencia y esfuerzo se volvió viral en redes sociales, principalmente en Instagram: el de Sebastián, un hombre de 29 años que tras dejar su empleo para cuidar a su madre, no pudo retomar un trabajo formal y comenzó a caracterizarse como el Sombrerero, de Alicia en el país de las maravillas, para vender dulces en la calle.

La inspiradora historia de Sebastián

El artista José Paz, quien se dedica a hacer retratos de gente que se encuentra en la calle, conoció a Sebastián, un vendedor de dulces que se disfraza como uno de los personajes principales de Alicia en el país de las maravillas.

Charlando sentados en una jardinera, Sebastián contó su historia al artista: «Cometí el error de salirme del trabajo ya que como mi mamá se enfermó tuvimos que venir a Boston».

«Al momento de volver al Ecuador ya no me dieron la oportunidad de regresar porque fue una renuncia«, señaló con pesar.

Al verse sin trabajo, Sebastián decidió caracterizarse como el Sombrerero y «empecé a salir nuevamente a la calle, vendiendo en los buses me subo».

«Actualmente no tengo un trabajo estable, pero de esta manera es como me gano la vida«, acentuó.

Recordó que previamente había laborado en en jardinería, como guardia, en una farmacia, en mecánicas y como chalán

De esos trabajos, dijo que recibió «bastantes humillaciones, malos pagos, malos tratos«.

«Y yo siempre haciendo las cosas de corazón, y eso es lo que más duele: que cuando haces las cosas de corazón, a la gente no le interesa lo que estás viviendo, lo que estás pasando», lamentó.

Entonces, su mamá apareció a cuadro y le contó al entrevistador: «He vivido y sentido todos los trabajos que ha pasado. Si mi hijo con esto está sacando más dinero, él es su propio jefe. Le digo ‘Hazlo, el día de mañana Dios proveerá’».

Al cierre de la charla, Sebastián compartió sus esperanzas: «Tengo planes a futuro, quiero crear mi propia marca, preparar muchas cosas«.

«Me doy cuenta que con esto voy a crecer, voy a llegar lejos con el apoyo de la gente, con la bendición de mi Dios. Sé que el día de mañana todo esto me va a dar frutos», zanjó.

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