Así protege el INE las boletas no utilizadas para evitar fraudes electorales
La existencia de boletas no utilizadas no representa un riesgo real si se siguen todos los pasos del protocolo de seguridad y custodia electoral

EXCELSIOR

En cada proceso electoral resurge un mito: el supuesto uso indebido de boletas no utilizadas para cometer fraude. Para aclarar cómo se protege este tipo de documentación, el Instituto Nacional Electoral (INE) permitió observar el protocolo de seguridad que aplica desde que termina la votación hasta que los paquetes llegan a las juntas distritales.
Separación y resguardo de boletas sobrantes
Una vez concluida la jornada, los funcionarios de casilla deben separar las boletas no utilizadas o sobrantes y colocarlas en bolsas de seguridad con un sello morado. Estas bolsas están diseñadas para evidenciar cualquier intento de manipulación, gracias a una cinta especial que deja marcas visibles si es retirada. Además del sello inicial, se coloca una segunda cinta de seguridad para reforzar la protección.
Posteriormente, las bolsas firmadas por los funcionarios son introducidas en una caja-paquete electoral, también sellada, que es enviada bajo custodia a la junta distrital correspondiente. De acuerdo con Miguel Ángel Patiño, director de Organización Electoral del INE, todo el procedimiento está sujeto a estrictos controles:
“Estos paquetes, una vez concluidas las votaciones, se trasladan conforme a la cadena de custodia establecida por los consejos distritales y se verifican en la sede para asegurarse de que no presentan signos de apertura”.
Verificación y evidencias de manipulación
Durante un ejercicio de prueba se comprobó que abrir estos paquetes deja huellas inconfundibles: el sello morado se rompe, la bolsa muestra marcas de fuerza y el intento de abrirla con una navaja también daña el empaque visiblemente. Es decir, cualquier intervención queda registrada a simple vista.
Protocolos ante posibles irregularidades
Si en la revisión distrital se detectan señales de manipulación en la caja, el sello o las bolsas, los funcionarios del INE deben levantar un acta, investigar el contenido y cotejarlo con las actas de votos emitidos. En caso de discrepancias que indiquen un uso indebido de boletas, la casilla correspondiente puede ser anulada.
“Conservamos todas las medidas de seguridad y cuidamos que la elección esté siempre resguardada con certeza, objetividad y la confianza de que el Instituto actúa con el máximo profesionalismo y compromiso”, concluyó Patiño.
La existencia de boletas no utilizadas no representa un riesgo real si se siguen todos los pasos del protocolo de seguridad y custodia electoral.