Los que quieren ser políticos
Por Horacio Corro Espinosa
Sin duda, la profesión del político es la que peor reputación tiene. La mala imagen que padece este quehacer público ha sido ganada a pulso.
Ser político significa ser corrupto, flojo, mentiroso, incumplido, y muchos otros adjetivos que cada uno de nosotros le puede agregar.
Tengo que aclarar que no estoy afirmando que así lo sea. Estoy seguro que existen hombres y mujeres dedicados a la política que llevan una vida impecable y cumplen con su trabajo de manera cabal, pero la percepción que se tiene de ellos es otra. Sin embargo, a pesar de la mala fama que tiene la profesión de político, se ha convertido en una de las ocupaciones más deseadas, al grado que gente de todas las edades quisiera desempeñarla. El puesto político goza de muy mala fama, pero aún así, muchos quieren ocupar ese lugar y hasta lo pelean a muerte.
Hace unas semanas, un compañero periodista me decía: Quiero lanzar mi candidatura a diputado, así que te pregunto ¿me apoyarías? Desde luego que me negué a hacerlo y le di mis razones. Supongo que se enojó porque hasta la fecha no me ha vuelto a hablar.
Así como esta persona trata y busca de ser un representante popular, hay otros cientos de personas que quieren hacer lo mismo. Y es cierto, cada una de estas, se ve como representante popular ya sea diputado presidente municipal o en fin, pero no se ve en más allá de ese cargo. No se ven como diseñadores de un proyecto para su municipio o su estado o su distrito, y no se ven, porque no tienen la capacidad ni la preparación intelectual para hacerlo. Simplemente se ven frente a un escritorio vacío porque no tienen nada que ofrecerle al pueblo.
Son varias las causas por las que esta gente quiere llegar. Primero, es el dinero. Esta es la razón número uno para ambicionar una posición política, cuando debería ser la vocación de servicio a los demás para construir un mejor lugar.
La gente que desea entrar a la política, tiene la idea de que si lo logra habrá resuelto la situación económica de su vida. Es por eso que conocemos tantos casos de enriquecimiento inexplicable y que han sido difundidos ampliamente por los medios de comunicación.
También, estar en ese medio significa ingresar a las esferas de la información privilegiada. Todos sabemos que la información es poder, y que en esa esfera se reciben tratos de privilegio que se diferencian con resto de los mortales.
Aún hay más, la protección, lo que significa hacer muchas cosas sin que tenga que rendirle cuentas a alguien. Incluso, puede cometer actos ilícitos y gozar de protección del mismo aparato al cual pertenece.
La mayoría pensamos que los políticos trabajan poco. Tal vez no sea cierto, pero por las fotografías o videos que vemos en redes sociales o medios de comunicación, parece que así es.
Dinero, poder, protección y poco trabajo, son las razones suficientes para que muchos individuos quiera pertenecer al círculo político más importante de su región.
Si a ti te ofrecieran uno de estos cargos ¿aceptarías?
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