Jóvenes ahora prueban con mota modificada y éxtasis líquido

El 12% de la población de los Centros de Integración Juvenil (CIJ) ha probado mariguana modificada, DMT, dextrometorfano, sedante para caballos y jarabe para la tos. El consumo inicia desde los 16 años.

MILENIO

Además de mariguana, cocaína o metanfetaminas, alrededor del 12 por ciento de la población, en los 120 Centros de Integración Juvenil (CIJ) de México, aseguran haber consumido alguna vez en su vida lo que se conoce como nuevas sustancias de abuso.

Nicotina en dispositivos electrónicos, por supuesto, pero también mariguana modificada con alto contenido de THChachís en presentación de aceite o miel, o fentanilo, son algunas de las nuevas drogas detectadas en los informes epidemiológicos de los CIJ de 2021 a la fecha.

En las estadísticas también hay consumidores de dextrometorfano —que viene en jarabes para la tos— y de ketamina, fármaco que causó la muerte de la estrella de la serie Friends, Matthew Perry, la cual sirve como tranquilizante para caballos y forma parte del tratamiento de personas con depresión severa.

Alucinógenos como la salvia divinorum, la ayahuasca y el DMT (dimetiltriptamina) –empleados en rituales chamánicos y espirituales– también forman parte de este grupo.

Otro estupefaciente en la lista es el GHB, conocido como “éxtasis líquido”, pero que tiene un efecto depresor contrario a la estimulación que causa el éxtasis.

José Ángel Prado, director de Operación y Patronatos de Centros de Integración Juvenil, explicó que las llamadas nuevas sustancias de abuso en realidad no son nuevas, ya que muchas fueron sintetizadas desde hace varias décadas.

Se definen como nuevas ya sea porque aparecieron recientemente en el mercado, se les da un uso que anteriormente no tenían o se modifican químicamente para no estar sujetas a fiscalización por organismos internacionales, indica el especialista.

“Con nombres y estrategias de mercado engañosas evaden controles legales y sanitarios y se distribuyen por medios cibernéticos, en redes sociales o en tiendas naturistas”.

“En general, no se venden por narcomenudistas, pueden enviarse por servicios de paquetería y pagarse con monedas virtuales (criptomonedas) tipo bitcoin. Se ha detectado su presencia en más de cien países”, apunta el libro Lo que hay que saber sobre drogas, que publican los CIJ.

Prado señala que hasta el momento estas drogas no representan un motivo de alerta en el país, como sí ocurre con las metanfetaminas, el alcohol o la mariguana.

¿Desde qué edad las personas comienzan a consumir droga?

A partir del primer semestre de 2021, los CIJ iniciaron el registro y seguimiento de nuevas sustancias de abuso en sus pacientes debido a la proliferación de narcóticos que no están contemplados en la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 o la Convención de 1971, los principales tratados que conforman el marco legal internacional para el control de drogas.

En su último reporte, correspondiente al primer semestre de 2023, los CIJ indican que mil 337 pacientes, de un universo de 10 mil 843 atendidos en ese periodo, reportaron haber consumido al menos una nueva droga, ésto equivale al 12.3% de toda la población de los CIJ.

Y entre enero de 2021 y junio de 2023 se detectaron más de 4 mil 300 casos de consumo de estupefacientes de reciente aparición.

Desde que los CIJ iniciaron el levantamiento de esta estadística, los casos de consumo de vapeadores, mariguana modificada, DMT, fentanilo, dextrometorfano y ketamina han ido al alza.

La edad de inicio de consumo de muchas de esas sustancias oscila entre los 16 y 17 años. Otras se empiezan a probar después de cumplir la mayoría de edad. Es el caso de las drogas de diseño estimulantes (20 años), la ketamina (23 años) y el fentanilo (23 años).

Aumenta el número de consumidores de fentanilo

El último informe de los CIJ destaca el incremento en el consumo de fentanilo, droga que ha cobrado relevancia por protagonizar la crisis de muertes por sobredosis que azota a Estados Unidos.

De acuerdo con los datos de los CIJ, los casos de consumo de fentanilo dentro de sus pacientes pasaron de 19 en el año 2021 a 68 en 2022. Para el primer semestre de 2023 se detectaron 51 casos.

Los estados donde se han atendido más personas son Sinaloa, Coahuila, Quintana Roo, Baja California, Chihuahua, Nuevo León, Jalisco, Guanajuato, Estado de México y la Ciudad de México.

También se han detectado casos en centros de Tlaxcala, Sonora, Aguascalientes, Querétaro, Guerrero, Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Puebla.

Aunque el consumo de fentanilo en México no representa un problema grave como en Estados Unidos. José Ángel Prado opina que es un fenómeno que tiene potencial de crecer si no se le presta atención.

“Nosotros sabemos que algo está pasando en el territorio nacional. La gente que tradicionalmente se dedicaba a la siembra, producción y venta de opio y heroína, lo está dejando. Hace cinco años un kilo de opio costaba 35 mil pesos, ahora cuesta menos de 4 mil. ¿Por qué se desplomó? Por la entrada de fentanilo. Una hectárea produce 16 kilos de opio y 16 kilos de opio producen un kilo de heroína, y necesitas cinco meses. En dos horas, en un laboratorio en una casa, producen un kilo de fentanilo, que es 50 veces más potente que la heroína”.

A Prado también le preocupan los cigarrillos electrónicos. Alerta que la gente pierde la percepción del riesgo porque cree que los vapeadores son menos dañinos que los cigarrillos regulares.

“Lo que no saben es que además de la nicotina se están metiendo otros aerosoles que son potencialmente peligrosos, y que pueden producir enfisema y otro tipo de problemas”, advierte.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha impulsado medidas legales para frenar la comercialización de los vapeadores en el país.

El 22 de octubre de 2021, en el Diario Oficial de la Federación  se publicó un decreto que prohíbe la importación de estos dispositivos. Meses después, el 31 de mayo de 2022, publicó otro para impedir su circulación y comercialización en territorio mexicano; sin embargo, este fue declarado inconstitucional por la Suprema Corte.

Tras la resolución, López Obrador presentó una nueva iniciativa de reforma en materia de sustancias tóxicas que busca prohibir la producción, distribución y enajenación de cigarrillos electrónicos.

Además, plantea detener la producción, distribución y enajenación de precursores químicos y drogas sintéticas como el fentanilo.