Ofrece IMSS acciones de promoción, educación y tratamiento farmacológico para prevenir y dejar el consumo de tabaco
Durante 2023 se brindaron 60 mil sesiones educativas y talleres de prevención, así como 7 mil 384 tratamientos farmacológicos
COMUNICADO
- El IMSS cuenta con 2 mil 315 Espacios Libres de Humo de Tabaco para proteger a trabajadores y derechohabientes a la exposición de humo
- El 31 de mayo se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se suma al Día Mundial Sin Tabaco atendiendo a trabajadores y derechohabientes que desean dejar de fumar, a través de un programa que abarca terapia psicológica, de reemplazo para evitar la supresión a la nicotina, así como atención médica a pacientes con cáncer de pulmón, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), padecimientos cerebro vasculares e infarto agudo al miocardio.
A estas acciones se suman poco más de 60 mil sesiones educativas y talleres de prevención contra el tabaquismo para que niñas, niños y adolescentes no se inicien en esta práctica, cerca de 300 mil sesiones de consejería médica y 7 mil 384 tratamientos farmacológicos.
En el Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora hoy 31 de mayo, el doctor Edgar Vinicio Mondragón Armijo, jefe de área de Envejecimiento, Enfermedades Crónicas y Neurodegenerativas de la División de Excelencia Clínica del IMSS, comentó que en México anualmente fallecen 63 mil personas, es decir, diariamente pierden la vida 173 personas por afecciones directamente relacionadas al tabaco.
Explicó que el consumo de esta sustancia es un problema de salud pública debido a las altas tasas de morbi-mortalidad, es un factor de riesgo común para seis de las ocho principales causas de muerte en el mundo y para las cuatro enfermedades no transmisibles: enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas, cáncer y diabetes.
Agregó que nivel mundial, estas enfermedades son responsables de 70 por ciento (39.5 millones) del total de muertes anuales, de las cuales 38 por ciento ocurren prematuramente, es decir, entre los 30 y los 70 años de edad.
Detalló que son múltiples los padecimientos por este hábito como enfermedad vascular cerebral, enfisema pulmonar, bronquitis crónica o una combinación de ambas; también produce infecciones respiratorias agudas como neumonía de origen bacteriano o viral, y cáncer, en su mayoría de pulmón, pero también puede ser en boca, laringe, tráquea, mama, estómago o vejiga, entre otros.
El doctor Mondragón Armijo indicó que el cigarro convencional contiene al menos 7 mil compuestos químicos dañinos para el organismo; dentro de ellos al menos 70 son cancerígenos, como hidrocarburos aromáticos, nitrosaminas, formaldehido, benceno, además del monóxido de carbono, este último causa lesiones en vasos sanguíneos que provocan una reacción inflamatoria causante de ateroesclerosis, con el tiempo lesiones que producen trombos con obstrucción del flujo de la sangre que pueden causar infarto agudo de miocardio y enfermedad vascular cerebral.
Refirió que algunas personas se inician en el hábito del tabaco porque piensan que lo podrán dejar en cualquier momento, “pero esto no es real, el cigarro es una adicción y la persona necesita de la nicotina, en promedio son entre dos y siete intentos hasta lograr dejarlo”.
El jefe de área de Envejecimiento, Enfermedades Crónicas y Neurodegenerativas de la División de Excelencia Clínica del IMSS, desmitificó algunas creencias populares respecto al consumo de tabaco: es mentira que ayuda a relajar, en realidad actúa como un estimulante de mediadores químicos en el cerebro y en apariencia relaja, pero ocurre lo contrario, cuando la persona fuma obtiene la nicotina que actúa como estimulante en su cerebro además de causarle la adicción.
Respecto a la idea del aumento de peso al dejar de fumar, indicó que sin el consumo de cigarro mejora el gusto, el olfato y hay ansiedad por la supresión a la nicotina, por lo cual sí puede ocurrir que la persona ingiera más alimentos para tratar de contrarrestar la ansiedad.
Con relación a los cigarros light dijo, que aunque tienen menor cantidad de nicotina, “el fumador termina fumando lo mismo porque inhala más veces y le da el golpe más profundamente, esto detiene el humo dentro de los pulmones más tiempo, además de tapar de forma inconsciente los poros de ventilación del filtro del cigarro que dispersan los vapores, reduciendo la cantidad de humo inhalado, de manera que termina consumiendo prácticamente la misma cantidad y contenido de nicotina”.
El doctor Mondragón Armijo subrayó que el IMSS cuenta con 2 mil 315 Espacios Libres de Humo de Tabaco (ELHT), de esta manera, garantiza un ambiente favorable en edificios y lugares cerrados para proteger a los trabajadores y derechohabientes a la exposición de humo de cigarro.