«Ser luchadora es un don que Dios me dio»: Hera, sobre su experiencia en los cuadriláteros

Aunque reconoce que ha querido tirar la toalla, debido a su ansiedad y el ajetreo de su vida, este deporte motiva a Hera a seguir adelante

MILENIO 

En el mundo de la lucha libre existen mitos sobre lo que rodea el pancracio nacional, si es falso, si los golpes no son reales, si todo es actuado; lo que sí es un hecho es que todos los gladiadores que se suben a un ring exponen su vida una vez que lo pisan.

Ese fue el caso de Hera, luchadora del CMLL, que gracias a una experiencia dentro de un ring profesional le tomó respeto y aseguró que este deporte no es un juego, así lo platicó a MILENIO-La Afición.

La experiencia que la marcó

A raíz de su debut en los encordados, la luchadora le tomó un cariño y un respeto a la lucha libre, y es que luego de tener un pésimo debut, aprendió de esos errores y se tomó la vocación con mucho profesionalismo.

«Yo le tengo mucho amor a la lucha libre, mucho respeto, en ese momento (del debut) uno es pequeño y no sabes el riesgo que tomas al subir a un ring, las cosas que pueden llegar a pasarnos. Ahora tomo muy en cuenta toda la parte de los riesgos y me pongo a pensar en mi debut y digo: ‘qué horrible, qué cosa hice’, y ahí le tome más respeto a la lucha», compartió.

«A lo mejor este es el don que Dios me dio, el de ser luchadora, el que venga la gente y venga estresada, triste, y con nosotros pueda sacar toda esa energía y para eso es el don que Dios me dio y yo tengo que desenvolverme; a lo mejor ese es el precio que nosotros pagamos por esta profesión», agregó

Apoyo masculino

A diferencia de otras luchadoras, Hera no experimentó rechazo o machismo por parte de sus entrenadores, al contrario, le ha tocado una buena sociedad que la ha ayudado a ser una mejor combatiente.

«No me ha tocado esa parte de que alguien me haga menos, todo lo contrario, debo decirte que cada entrenamiento que tenemos, mis profesores y mis compañeros son hombres, son muy agradables, nos echan porras, son muy agraciados. Esa parte de tú por ser mujer o ese tipo de cosas, claro que no. Me ha tocado un gran apoyo de los hombres».

Solamente hubo un hombre que fue duro con ella al momento de entrenarse, su padre, el reconocido luchador Valiente, pero gracias a esos duros entrenamientos hoy en día es lo que es, gracias a esas enseñanzas.

«De todos los profesores que tuve el único que fue duro conmigo fue mi padre, pero para algo me preparó tan bien que ya cualquier cosa que me digan no me espanta, un regaño, una hablada fuerte, al contrario, nos motiva porque saben que lo hacen por nuestro bien, y es así cuando entrenamos», apuntó.

Los riesgos

Los atletas más allá de brindar un espectáculo, arriesgan su físico y su vida, muchos casos han pasado y para Hera y sus compañeros nadie está exento de sufrir algo similar, es por ello que hacen todo lo posible para brindar un buen espectáculo y bajar con bien del cuadrilátero.

«Todos tenemos un riesgo, sin duda, claramente sabemos cómo subimos pero no cómo vamos a bajar, es como una moneda al aire no sabes cómo va a caer, gracias a Dios siempre nos permite bajar con bien. Sí he caído con golpes muy fuertes en la cabeza, pero me he parado, pero hay gente que no se para, es el amor que nace en el ring, no nos importa si vamos en camilla, la lucha libre es así, nos encanta y nos fascina», comentó.

Más allá del personaje

Como todo personaje, Hera tiene una vida, sin embargo, el jueves se dedica a entrenar todo el día. Mientras que ella se declara con ansiedad, enfermedad que le ha hecho pensar por algunos momentos en retirarse, pero la energía de la gente y el amor a su vocación la hacen seguir adelante.

«Son muchas actividades que hago en el día. El jueves definitivamente me la paso todo el día entrenando, me toca arriba del ring hacer pesas y abajo lucha libre, ese es el día más pesado. Vivo con mucha ansiedad, soy una persona muy chillona, hay veces que también ya me quiero rendir, ya me quiero ir. Pero siempre que llego al ring me lleno de toda esa energía buena y digo, este es mi lugar», concluyó.