Turismo, otro enemigo de la tortuga marina; piden ayuda a la Profepa y Marina
El Centro Ecoturístico Escobilla, en Oaxaca, busca generar conciencia entre los visitantes que no respetan los santuarios de anidación
EXCELSIOR
El Centro Ecoturístico Escobilla (CEE), coordinado por 14 familias, trabaja por un turismo de naturaleza y buenas prácticas en la comunidad de Escobilla, Oaxaca, considerada Área Natural Protegida (ANP), sin embargo, actualmente enfrenta la mancha del turismo en la playa, la más importante a nivel mundial de arribadas de la tortuga marina.
Con más de 20 años de experiencia, el campamento tortuguero advierte que también el factor humano eventualmente podría perturbar la preservación y conservación de la tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) que llega a este punto del litoral oaxaqueño a anidar (arribada) masivamente durante el periodo de junio a febrero.
Edgar Noriega, economista e integrante del Centro Ecoturístico, con sede en Escobilla, municipio de Santa María Tonameca, refirió que este proyecto comunitario para la conservación atendido por personas de las poblaciones cercanas como Guapinole y Barra del Potrero, además de batallar con el saqueo de huevo de tortugas, actualmente, enfrenta la mancha turística a la zona.
Cada vez que en las redes sociales alguien publica el anuncio de la arribada y postean una foto o video para conseguir un like, llega muchísima gente en forma desordenada a la playa, que perjudica el área natural, y pasará la factura al ecosistema”, expuso.
El experto también comentó que, a pesar de tratarse de una ANP, los desarrollos inmobiliarios y plataformas de alquiler ofertan residencias cercanas al campamento tortuguero, anteponiendo como atractivos el “espectáculo” de la temporada de anidación de tortugas marinas (laúd, prieta y golfina) en distintos periodos del año.
Algunas personas locales, guías de turistas y empresas, aprovechan la extensión del polígono del santuario —de 26 kilómetros, luego de una nueva adhesión— para ingresar por cualquier lado, toda vez que es una playa muy porosa; lo que representa un riesgo en el futuro de especie”, precisó Edgar Noriega.
La protección y vigilancia del polígono del santuario de las tortugas es insuficiente para los cooperativistas por lo que durante el periodo de arribazón, solicita la colaboración de inspectores de la Profepa e incluso a la Secretaría de Marina de la 18 Zona Naval base Huatulco, que envía a sus elementos.
A lo largo del año, las personas del CEE santuario de tortugas marinas se encargan del monitorear el desove de las tortugas en el campamento, limpieza de la playa, buscas nidos, rescatar crías y elabora trampas para depredadores de los huevos de tortugas, además de acompañar la llegada tortugas y liberación de las crías.
Para poder financiar la cooperativa, el Centro Ecoturístico ofrece visitas profesionales y controladas, mediante agenda con protocolos apegados a las buenas prácticas de observación de tortuga marinas con la Norma Oficial Mexicana 162 (NOM-162-SEMANAT-2012).
El visitante paga una cuota de recuperación por derecho de entrada y los grupos son limitados; está prohibido acosar, molestar o tocar a las tortugas; la observación del desove es a distancia y el guía es el único que puede utilizar lámparas, por lo que las fotografías con flash están prohibida, entre otras restricciones.
PROTECCIÓN. A pesar de los millones de tortugas que llegan cada temporada entre los meses de septiembre y marzo, sólo una de cada mil alcanza la edad adulta, la depredación del hombre, el saqueo de huevos y la contaminación hacen que sean pocas las que logren llegar a su edad madura, que es de nueve años. El Centro Ecoturístico Escobilla pide que la protección en tierra, antes y durante su nacimiento, se intensifique.