Exhiben pruebas de que crías de mono saraguato que se le murieron a Semarnat, estaban sanas
La Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta puso a disposición expedientes médicos veterinarios y certificados de las nueve crías de mono saraguato que fueron llevadas al Edomex, donde dos murieron
EXCELSIOR
Con el respaldo de 30 expertos primatólogos, Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta (COBIUS) puso a disposición las actas circunstanciadas, expedientes médicos veterinarios y certificados médicos de las nueve crías de mono saraguato, que la Dirección General de Vida Silvestre de la Semarnat se llevó de Tabasco al Estado de México, donde perdieron la vida dos ejemplares.
Los pequeños ejemplares fueron retirados el 29 de junio con la fuerza pública y contra las recomendaciones de los especialistas de la Unidad de Atención Médica de Cunduacán para llevarlos al Centro para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS), de Los Reyes La Paz.
De acuerdo a los documentos de acceso libre en Internet en la página las nueve crías que quedaron huérfanas, luego de que sus madres murieron por golpes de calor, estaban en perfecto estado de salud, ganando peso mientras estuvieron atendidas en Tabasco.
«Como medio probatorio, presentamos los registros de peso de cada uno de los infantes, en donde se observa en todos ellos una ganancia de peso durante su estancia en la unidad médica, evidenciando el adecuado manejo médico veterinario, conductual y de alimentación de las crías o infantes», señaló COBIUS.
En un manifiesto público, COBIUS destacó que más de 25 primatólogos expresaron en su momento a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales su desacuerdo de que las nueve crías fueran trasladadas al CIVS del Estado de México.
«Se le comunicó explícitamente a Semarnat las limitaciones de este centro para la adecuada atención de los ejemplares, incluyendo la falta de suplementación de una dieta silvestre que prepare debidamente a las crías para una futura liberación, la falta de ejercicios de enriquecimiento ambiental y de movilidad crucial para su desarrollo, la deficiencia de vitaminas por falta de rayos solares y un incremento del estrés por confinamiento, además del generado por la movilización y el traslado a una distancia de más de 700 kilómetros.
En este último punto, las condiciones del traslado no fueron las adecuadas; las transportadoras no tenían las características de seguridad y tamaño para estos ejemplares, la larga duración del viaje no garantizaba el bienestar de los individuos por la dificultad de alimentarlos, hidratarlos y descansar del encierro durante un viaje de más de 10 horas.
Por otra parte, el CIVS de los Reyes se encuentra en una zona geográfica fuera del área de distribución del mono aullador de manto, lo que significa que no cumple con los requerimientos mínimos climáticos y ambientales adecuados para la rehabilitación de esta especie con fines de reintroducción», subrayó.
COBIUS lamentó la muerte de los dos pequeños ejemplares, «lo que muestra un retroceso en los procesos de rehabilitación que se habían establecido». Ante esta situación, solicitó que se transparenten y hagan públicos los resultados de las necropsias con evidencia fotográfica, así como los resultados del análisis postmortem, que indiquen la causa de muerte de las dos crías.
«Hacer público los expedientes de ingreso al CIVS y las condiciones del estado de salud de los infantes restantes con las pruebas de laboratorio respectivas. Publicar el Plan de manejo para esta especie en el CIVS de Los Reyes que incluya las dietas, control de temperatura, así como los acondicionamientos y los ejercicios planteados para que puedan ser preparados para liberación», indicó.
Asimismo, pidió que los médicos veterinarios tratantes indiquen los horarios de atención diurna y nocturno a los ejemplares y se difundan fotografías de las instalaciones y albergues donde viven los monos saraguato, cómo organizan sus grupos sociales y sus métodos de identificación.
Cabe recordar que el pasado 16 de julio, la Semarnat informó, a través de un comunicado de prensa, que dos crías de mono saraguato, trasladados de Tabasco al CIVS del Estado de México, murieron «a causa de complicaciones metabólicas por su temprana edad».
La autoridad ambiental argumentó que de los nueve ejemplares, ocho estaban en estado de nutrición desfavorable y con una carga parasitaria alta, «de acuerdo con exámenes clínicos realizados en el periodo de cuarentena. Se presume que las crías desarrollaron complicaciones metabólicas al recibir una alimentación inicial inadecuada, con exceso de azúcares».
De inmediato, COBIUS rechazó los señalamientos y exhibió el Acta de Requerimiento No. 005/2024, firmada por tres inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que avalaban que las nueve crías se encontraban en «buen estado físico y respondían a estímulos externos de manera positiva».
Ahora, COBIUS solicitó a la Semarnat que asuma su responsabilidad y trabaje en colaboración con asociaciones civiles, gobiernos municipales y el gremio de primatólogos para la atención de a secuelas de la emergencia de mortandad de monos aulladores en México, ya que «considerando las predicciones climáticas, se espera que este escenario junto con sus fuertes impactos vuelvan a presentarse en los siguientes años».
Asimismo, Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta A.C., sostuvo que la emergencia por la mortandad masiva de monos saraguato en Tabasco, que inició alrededor del 5 de mayo, acabó con el 31 por ciento de la población de esta especie en peligro de extinción en la región de La Chontalpa.
«Esta información fue colectada con apoyo de un grupo de primatólogos de diferentes instituciones académicas y de investigación y posee todo el rigor científico para la validación de los resultados.
Hasta el momento se tiene registrada la muerte de 286 monos aulladores de manto en Tabasco durante un período de 50 días. Considerando que durante los censos realizados en la zona entre el 5 de mayo y el 29 de junio se registraron 635 individuos vivos, una estimación cruda de la mortalidad del mono aullador de manto en La Chontalpa es del 31 por ciento», explicó.
Ante esta situación, COBIUS exhortó a la Semarnat a unir esfuerzos y que cada actor asuma su responsabilidad de forma honesta y transparente.
«De esta manera, los abajo firmantes solicitamos a la autoridad apostar por un mejor entendimiento con las organizaciones de la sociedad civil, academia, gobiernos locales y primatólogos(as) en México, con el único objetivo de asegurar la conservación del mono aullador de manto», remató.