Balandra, la playa más bonita de México, está en riesgo por megaproyecto turístico ‘Kuni’

El megaproyecto 'Kuni' amenaza con dañar gravemente la playa más hermosa de México, ubicada en el estado de Baja California Sur.

EXCELSIOR

Se encienden las alertas en el Área de Protección de Flora y Fauna Balandra, en Baja California Sur, considerada la playa más bonita de México, ante la intención de la empresa Maravia de construir el megaproyecto turístico inmobiliario “Kuni”, que busca la autorización de Manifestación de Impacto Ambiental ante la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

el Área de Protección de Flora y Fauna Balandra

El megaproyecto «Kuni», pretende construir en los linderos del área natural protegida, en 300 macrolotes, hoteles, residencias y centros recreativos, entre otros, en una superficie de más de mil 600 hectáreas. La idea es levantar en un periodo de dos décadas más de 20 mil cuartos, incluidos edificios de seis pisos.

De acuerdo con organizaciones de la sociedad civil como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Centro para la Diversidad Biológica (CDB) y Cómo vamos La Paz, «Kuni», ocasionaría severos impactos a Balandra y su zona de influencia, «poniendo en riesgo ecosistemas sensibles como dunas y especies endémicas».

«Además, la alta demanda de agua incrementaría la presión de disponibilidad del recurso hídrico en la ciudad de La Paz. Tan sólo para la construcción se requerirán más de 10 mil metros cúbicos de agua, lo que equivale a poco más de mil pipas; mientras que para el abastecimiento pretenden desalar más de siete mil 500 metros cúbicos de agua por día, generando una descarga de salmuera (desecho) de más de cinco mil 300 metros cúbicos (equivalente a dos albercas olímpicas). La situación descrita tiene un alto potencial de alterar los ecosistemas marinos», advirtieron.

Otra de las preocupaciones es que el megaproyecto podría generar limitaciones en el acceso a las playas, causando conflictos sociales al violar los derechos de disfrute de espacios públicos y recreativos para los habitantes de La Paz. Además, este modelo de proyecto turístico-residencial podría modificar la estructura socioeconómica local, incrementando los precios de bienes y servicios, provocando el desplazamiento de comunidades al convertir zonas del territorio en exclusivas.

Por otra parte, el crecimiento poblacional estimado en más de 157 mil personas durante la fase de construcción también ejercerá una presión significativa sobre los servicios públicos, como agua, drenaje, electricidad, salud y educación, que deberán ser proporcionados por las autoridades municipales.

Adicionalmente a la ya compleja gestión de residuos sólidos se sumarían los 586 kilogramos diarios de residuos sólidos que se generarían durante la construcción y las casi 30 toneladas al día durante la operación.

“La protección de Playa Balandra y su entorno es crucial, no sólo para preservar los ecosistemas sensibles, sino también para garantizar que el desarrollo en la región sea sostenible y respete los derechos de la ciudadanía local”, advirtieron.

El pasado 15 de agosto la Semarnat anunció la apertura de la consulta pública del megaproyecto turístico inmobiliario “Kuni”, que ingresó al Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental el pasado mes de julio.

Ante los impactos que el megaproyecto puede ocasionar en materia ambiental, social y cultural, la ciudadanía y organizaciones ambientalistas solicitaron también a las autoridades ambientales la realización de una reunión pública de información.

Las personas interesadas en participar en la consulta pública pueden descargar el formato:  https://bit.ly/ConsultaPublica-Kuni, y presentarlo en la representación de Semarnat en BCS, ubicada en Melchor Ocampo 1045, entre Primo Verdad y Marcelo Rubio Ruiz, Colonia Centro, La Paz antes del 23 de septiembre.

Malos antecedentes

Justamente hace dos años, el Área de Protección de Flora y Fauna Balandra, sufrió una grave contaminación por el incendio y derrame de combustible del yate Fortius, principal accionista de la empresa Fortius Electromecánica.

En su momento, el dueño de la embarcación de lujo no se quiso hacer responsable de los daños ocasionados a la biodiversidad, y todas las acciones de monitoreo, limpieza y remolque de los restos del Fortius tuvieron que ser pagadas con recursos públicos o por prestadores de servicios turísticos y organizaciones de la sociedad civil que llegaron a ayudar.

Cabe recordar, que el casco del yate Fortius sigue en el fondo marino, ya que al ser arrastrado fuera del área natural protegida, se volvió a hundir, y aunque la Secretaría de Marina (SEMAR), se comprometió a rescatarlo, esto no ha ocurrido.

Como suele suceder, la opacidad y falta de transparencia de las autoridades ambientales y judiciales rodea a la tragedia ocasionada por el yate Fortius, ya que hasta la fecha se desconocen detalles del proceso legal contra el responsable, el pago de gastos millonarios y sanciones, así como el resultado de los monitoreos posteriores, en seguimiento a los impactos generados a flora, fauna y sedimentos en Balandra.

*bb