Colores de una nueva era: reimaginando la animación mexicana

La animación en México vive una crisis: el 88.6% de los futuros animadores considera difícil entrar al mercado laboral. Iniciativas como "La vitrina de animación" buscan dar visibilidad, pero se necesita una comunidad que mejore las condiciones laborales y evite la fuga de talento al extranjero.

EL HERALDO DE MÉXICO

Por Viviana Pérez Topete

100% de los futuros animadores encuestados indican que es urgente fortalecer la industria de la animación en México.

Iniciativas como «La vitrina de animación» buscan promover el talento emergente, pero se requiere una comunidad sólida para construir una industria equitativa.

La industria de animación en México se encuentra en una encrucijada crítica, caracterizada por su desestructuración y la insuficiencia de plataformas que impulsen a los profesionistas emergentes. Emiliano Topete Sanz Polo, fundador y director del estudio Polygoon (uno de 89 estudios de animación en el país), docente en el SAE Institute y animador con 30 años de experiencia, subraya la necesidad de crear una comunidad unida que promueva mejores condiciones laborales y fomente el crecimiento del sector. Asimismo, el 88.6% de los estudiantes de animación encuestados enfrentan dificultades para ingresar al mercado laboral. Este panorama resalta la urgencia de analizar las causas de la falta de comunidad y desintegración en la industria, con el fin de implementar soluciones efectivas que promuevan un entorno más justo y sustentable, además de establecer una bolsa de trabajo más estable.

 Fotografía de Emiliano Topete, capturada en el momento de la entrevista, el 14 de septiembre del 2024
 Fotografía de Emiliano Topete, capturada en el momento de la entrevista, el 14 de septiembre del 2024.

Contexto histórico de la animación en México

La animación en México comenzó en 1935, con la fundación del primer estudio de animación. Posteriormente, fue Alonso Vergara quien lanzó el primer corto animado con la creación de “Paco Perico”. Jorge Campos (2022) establece que la época dorada de la animación inicia en 1947, con la creación del estudio “Caricaturas Animadas de México”. En los años 70, aparecen las caricaturas de Cantinflas, por parte de Televisa, así como el primer largometraje animado. Acercándonos a la actualidad, encontramos el surgimiento de diversos cortos (por ejemplo, Ana y Bruno) y algunos largometrajes (ej. La leyenda de la Nahuala) producidos en México.

La situación actual de la industria

Para profundizar en la situación actual de la industria de animación en el país, se entrevistó a Emiliano Topete Sanz Polo (Figura 1.2, pág. 8). Él menciona que la animación en México, como industria, apenas está emergiendo, declarando que, aunque existen producciones interesantes, nunca ha habido un esfuerzo industrial para proporcionar una plataforma que proteja e impulse a quienes hacen de este arte su oficio. Es la cultura americana la que propone una visión más industrial y colectiva para el desarrollo de la animación, mientras que la corriente francesa propone un “cine o animación de autor”, donde un solo artista plasma creativamente su visión particular. Topete (2024) plantea: “Yo creo que la animación es un arte colaborativo y encuentra sus mejores expresiones en un grupo de personas que se logran sintonizar”. Esto explica la inquietante necesidad de formar una comunidad, ya que si se aprendiera a trabajar en equipo desde un inicio, se abriría la posibilidad de trabajar como industria.

Adicionalmente, un estudio publicado por la Colmena, revista oficial de la Universidad Autónoma del Estado de México, titulado “Estudios de animación en México. Estrategias de empleo y sustentabilidad” (2021), concluye que lo que necesita la animación mexicana es la creación de organismos especializados que den seguimiento a problemáticas específicas, como las injusticias y desigualdades laborales que enfrentan los animadores, justamente por esta falta de plataforma que menciona Topete.

Los obstáculos laborales para los profesionistas emergentes

Bajo esta línea de pensamiento, si la industria de la animación no se ha podido establecer concretamente en México, nos preguntamos: ¿cuáles son los principales conflictos de los alumnos y profesionistas que están trabajando o iniciando a laborar en una industria no desarrollada?

“Como director de un estudio de animación, lo más difícil es conseguir proyectos y proyectos a largo plazo,” menciona Topete (2024). “Es desgastante tratar de hacer sobrevivir un estudio de esa manera. Un estudio de animación logra volverse estable cuando tiene contratos multianuales, como largometrajes o series.” Emiliano afirma que, dentro del campo laboral, es difícil para los estudios mexicanos sustentarse en esta lucha por conseguir este tipo de proyectos, donde muchas veces la opción es competir internacionalmente por los contratos. Sin embargo, esto significa enfrentarse a industrias “maquiladoras” en China o India, que tienen mayor avance en cuestión de recursos, estudios y experiencia.

El experto sostiene que el problema de la tendencia que se enseña en las universidades mexicanas, alineándose al cine de autor francés, aunque tiene sus beneficios creativos, no permite el aumento de una bolsa de trabajo y, además, bloquea la opción de producir animación en masa bajo un sustento de equipo. En sus años de experiencia, el animador ha llegado a la conclusión de que las iniciativas que favorecerían la construcción de una industria deben estar enfocadas primeramente en generar trabajos, antes de priorizar cuestiones de estilo o calidad.

Siendo docente del SAE Institute y de Escena, ambas universidades mexicanas enfocadas en la animación digital, él afirma que los estudiantes recién graduados encuentran dificultades para insertarse en el campo laboral, y una vez que lo logran, se enfrentan a impedimentos para que su labor les proporcione una calidad de vida y trabajos justos. Hablando de sus propios colegas y estudiantes, menciona que la naciente y débil industria obliga a la constante emergencia de freelancers, quienes, sin un estudio ni plataforma que los respalde, son continuamente víctimas de injusticias laborales. Como ejemplo de ello, el artículo citado anteriormente de la revista Colmena hace énfasis en la devaluación impactante de los trabajos de animación en México, en comparación con lo que se establece como un salario justo por el mismo tiempo de trabajo, calidad y producto en Estados Unidos: $15,000 pesos contra $92,000 dólares por un mismo proceso de 6 meses de trabajo con jornadas de 15 horas, añadiendo que en México esto es sin prestaciones.

La perspectiva estudiantil de la industria

Para complementar los puntos anteriores, se realizó una encuesta (véase la encuesta completa en la figura 2.1, pág. 9-12) a una muestra de 35 estudiantes de animación en diferentes universidades de la Ciudad de México para aclarar su perspectiva respecto a la problemática abordada. Los resultados más relevantes establecieron que más del 60% considera que la industria de la animación en México carece de una bolsa laboral amplia y recursos suficientes; adicionalmente, un 57% considera que la industria actual es poco eficiente para generar trabajos a los profesionistas emergentes. En su totalidad, los alumnos coinciden en que hay un nivel de urgencia para fortalecer la industria de animación mexicana.

La búsqueda de soluciones para el crecimiento de la industria

Frente a este mar de obstáculos y la urgente necesidad de fortalecer la industria de animación en México, se infiere que la solución para los profesionistas establecidos y emergentes es generar iniciativas que promuevan una comunidad, comenzando por cambiar el enfoque educativo a uno de trabajo en equipo, ya que una comunidad formada podrá exigir para quienes ejercen el oficio una mejor calidad de vida y establecer paradigmas para evitar abusos e injusticias laborales. Asimismo, sería importante apoyar esta comunidad y sus iniciativas con cobertura mediática y difusión, además de respaldo gubernamental. Si se comienza a consumir las producciones propias nacionales, la demanda favorecería la generación de una industria.

No se olvidan los intentos recientes de divulgar los trabajos mexicanos de animación con la llegada de diversos festivales internacionales, siendo el más reciente la edición de Pixelatl este año. Sin embargo, estos eventos no logran estructurar una industria de animación en México, ya que su propósito es demostrar el talento mexicano para atraer a productoras extranjeras a contratarlo. José Iñesta, director de Pixelatl (2024), mencionó que uno de los principales resultados del festival es la compra de servicios creativos a estudios mexicanos por parte de estudios internacionales y el incremento de estos contratos. Estos resultados, aunque son buenos para los artistas de manera individual, no favorecen el crecimiento de la industria en México, sino que promueven el traslado de talento al extranjero. Frente a esto, se resalta el interés que se encontró en los estudiantes por trabajar también en su propio país, recordando que un 60% de los encuestados desea laborar tanto dentro del país como en el extranjero. Se debe tomar con seriedad este interés para que crezcan las iniciativas de mantener el talento en México.

La propuesta de «La vitrina de animación»

Con este enfoque, la autora de este escrito considera relevante hacer énfasis en la propuesta del estudio Polygoon, que ha firmado una iniciativa con el Canal 11 para un programa dedicado a la animación llamado “La vitrina de animación” (Figura 1.1, pág.7), que en octubre de este año ha ganado el Premio a la Innovación Lehren. Este proyecto tiene como objetivo exhibir a una audiencia masiva los trabajos de los estudiantes de animación que están presentando sus tesis y participando en festivales. Con la primera temporada en producción, cada episodio consiste de bloques de 15 minutos para cada proyecto, donde se presentará la obra, así como conjuntos de entrevistas con los autores para mostrar el proceso creativo. Emiliano, como director de Polygoon, compartió que esta colaboración busca brindar mayor estabilidad, oportunidades y plataformas a los animadores emergentes; de esta forma, el Canal 11 recibe contenido y ellos obtienen promoción nacional y exhibición a nivel masivo. Además, las producciones participantes tendrán acceso a la red del canal, la cual incluye el Festival de Cine de Morelia, el Festival de Cine de Guadalajara, la Cineteca Nacional, entre otros.

“Es un primer intento por darle a la animación un espacio en varias plataformas para comenzar a cohesionar una industria”, cierra Topete (2024) su explicación de la iniciativa. Incluyendo el objetivo de motivar a los estudiantes a elegir un camino en la animación, así como comenzar a estructurar una red que favorezca el crecimiento de la industria, permitiendo el desarrollo laboral y económico.

En las últimas preguntas de la encuesta, se les cuestionó a los alumnos si estarían interesados en trabajar con una cadena nacional para publicar y dar a conocer sus trabajos; a lo que el 65% respondió que sí, mientras que el 35% restante indicó que su interés dependería de la dimensión de la cadena. Al exponer en detalle la iniciativa de Polygoon con el Canal 11, se les preguntó a los estudiantes si consideraban que este tipo de proyectos favorecería su inserción y desarrollo en la industria, a lo que el 100% respondió que sí (64% respondió que favorecería mucho y un 35% que favorecería algo).

Un llamado a la acción

En conclusión, la animación en México enfrenta desafíos significativos que amenazan su crecimiento y sostenibilidad. Con un 88.6% de los estudiantes de animación considerando difícil su inserción en el mercado laboral y más del 60% señalando la falta de recursos suficientes, es evidente que se requieren más iniciativas que hagan crecer la industria. Proyectos como «La vitrina de animación» son pasos importantes, pero el verdadero cambio dependerá de la capacidad de los profesionales para unirse y fortalecer una comunidad que impulse el crecimiento del sector y establezca plataformas que ayuden a evitar desigualdades laborales. Así como promover un enfoque educativo que priorice el trabajo en equipo y la creación de oportunidades sostenibles. Con el apoyo adecuado, la animación en México puede florecer y reclamar un lugar en el escenario global.

Figura 2.1 Infografía (Se puede visualizar en esta liga: https://www.canva.com/design/DAGRiMkXtws/_aoMGRNvTGVmVOwoPYRJqA/edit ?utm_content=DAGRiMkXtws&utm_campaign=designshare&utm_medium=link2&ut m_source=sharebutton)

Audios de la entrevista a Emiliano Topete: https://drive.google.com/drive/folders/1ZouKO9Iynjp3BluorpTTVEWUsNvOuQkv?us p=sharing

XG

Referencias: 

Bracamonte-Ocaña, M., León-Álvarez, A., & Morales González, C. (2021). Estudios de animación en México. Estrategias de empleo y sustentabilidad en el gremio de la animación. La Colmena, (109), 91-106. doi:10.36677/lacolmena.v0i108.14933

Campos, J. E. (2022). La evolución de la animación en México. 925 Arte y Diseño, 11(42). Recuperado de: https://revista925taxco.fad.unam.mx/index.php/2022/08/05/laevolucion-an imacion-mexico/

Maldonado, P. (2022). 8 Películas Mexicanas de Animación Que Debes ver: Han sido premiadas por la crítica. Univision. Recuperado de: https://www.univision.com/entretenimiento/cine-y-series/8-peliculas-de-ani macion-mexicanas-las-leyendas-el-origen-de-vix

Perez Topete, V., & Topete Sanz Polo, E. (2024, septiembre 14). El contexto actual de la animación en México: Entrevista a Emiliano Topete. personal. https://drive.google.com/drive/folders/1ZouKO9Iynjp3BluorpTTVEWUsNv OuQkv?usp=sharing

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