¿Eclipses solares artificiales? Esto intentan científicos europeos

La Agencia Espacial Europea es la encargada de lanzar estos satélites para analizar de cerca al conocido como "Astro Rey".

EXCELSIOR 

Este jueves 05 de diciembre de 2024, dos satélites europeos se lanzaron al espacio desde una base en India con el objetivo de crear eclipses solares artificiales en órbita.

El lanzamiento de los satélites, originalmente previsto para el miércoles, se retrasó un día debido a problemas técnicos en el sistema de propulsión de respaldo de uno de ellos.

Los ingenieros lograron solucionarlo mediante un ajuste en el software.

¿Por qué crear eclipses solares artificiales?

La intención de los científicos es estudiar la corona del Sol en periodos prolongados, que es la capa más externa de la atmósfera del astro.

Esta misión aeroespacial,  conocida como Proba-3, es el primer experimento de vuelo en formación diseñado para generar eclipses de hasta seis horas, superando los breves minutos que ofrece un eclipse natural en la Tierra.

De acuerdo a información de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), los primeros resultados de estos eclipses estarán disponibles en marzo de 2025.

Los satélites enviados estarán separados en el espacio en las próximas semanas y se alinearán en una distancia de 150 metros.

Uno de los satélites bloqueará la luz solar, creando una sombra precisa sobre el otro, que contiene un telescopio.

Dicho proceso requiere un nivel de precisión extrema, con un margen de error de solo 1 milímetro, cuestión medular de la misión de investigación.

Con el objetivo de no fallar en este intento, se utilizarán sistemas avanzados como GPS, rastreadores estelares, láseres y enlaces de radio, permitiendo que los satélites mantengan su posición de forma autónoma.

De acuerdo a Dietmar Pilz, director de tecnología e ingeniería de la ESA, la misión es de «enorme relevancia científica» además de ser un test de precisión tecnológica.

La comunidad científica espera utilizar los eclipses prolongados para observar de cerca la corona solar y estudiar fenómenos como las eyecciones de masa coronal.

Otra intención es analizar las explosiones de plasma con campos magnéticos que pueden afectar las comunicaciones en la Tierra y generar tormentas geomagnéticas.

Se busca responder a una de las grandes incógnitas de nuestro sistema solar: por qué la corona solar es significativamente más caliente que la superficie del Sol.

Una misión con vistas al futuro de la investigación aeroespacial

Para lanzar estos satélites, la ESA destinó un presupuesto de 210 millones de dólares, y estarán en órbita por un periodo de dos años, durante los cuales se generarán eclipses al menos dos veces por semana, cada uno con seis horas de duración.

Esto permitirá acumular más de mil horas de observación, un avance considerable frente a los escasos minutos disponibles durante un eclipse natural.

Los satélites girarán en una órbita elíptica que varía entre 600 y 60 mil kilómetros, donde además de emplearse en la creación de eclipses, realizarán experimentos de vuelo en formación.

Tras terminar su misión, ambos satélites irán descendiendo gradualmente hasta desintegrarse en la atmósfera terrestre, lo que se espera ocurra en los próximos cinco años.

Esta innovadora misión no solo abre nuevas puertas para la exploración solar, sino que también representa un avance clave en la tecnología de vuelo en formación, sentando las bases para futuras investigaciones espaciales.