Miguel ‘Ratón’ González prepara a la nueva camada de campeones del box

En el camellón de Eduardo Molina existe desde hace 35 años un lugar donde se han creado campeones mundiales en el boxeo, se trata del Gimnasio Miguel Ángel Ratón González, donde Édgar Sosa, Jhonny González y Óscar Ceviche Ibarra se formaron, por lo que ahora se encuentra en proceso la nueva camada de pugilistas que buscará trascender mundialmente.

“Ya tenemos una nueva camada para debutar este año. Los que ya salieron de aquí fueron Édgar Sosa, Jhonny González, el Ceviche, y ya están fuera, por lo que se espera que los nuevos den resultados este año. Ahorita tengo nuevos talentos que vienen de chavitos, como el Zorrillo, mi hijo Ian González, así que hay varios chavitos aquí, entonces en este año hay material para surtir y llevarlos a un campeonato nacional o internacional”, indicó González.

En el 2011 se inauguraron las instalaciones, por lo que antes de eso, el Ratón solo contaba con un espacio al aire libre para preparar a los boxeadores.

“Aquí fue donde encontré un lugar y colgué mi primer costal en un aro de basquetbol, entonces desde ahí empecé y vi que los chavitos empezaron a llegar a entrenar conmigo. No les cobraba mucho y agarraba lo que me querían dar, así que empecé a llevarlos a peleas amateurs y después los debuté como profesionales, fue el caso de Jhonny, el Ceviche Ibarra, Édgar Sosa y Ana María Torres, quienes se convirtieron en campeones nacionales y mundiales”, relató el entrenador.

El caso de Jhonny González

En el caso especial de Jhonny González, Miguel Ángel cuenta que por él se volvió entrenador, ya que le hacían bullying en el barrio y calificaba como algo irónico que un hijo de un boxeador no se pudiera defender.

“Trabajaba en una empresa, de repente llegué en la tarde y a Jhonny lo encontré con su camisa rota, por lo que le pregunté ‘qué te pasó’, a lo que él respondió: los mismos chavos de siempre, me quitaron los 10 pesos y el sándwich que me dio mi mamá. No podía creer lo que pasaba, ya que él era hijo de un boxeador y no se sabía defender, por lo que me dijo que no le enseñaba, así que yo comencé a hacerlo. Al principio compré un costal y unos guantes, además busqué un lugar donde moverlo, así en el tiempo de vacaciones comencé a enseñar y de repente ya tenía varios chavitos, como Sosa”, explicó.

Por amor al arte

El Ratón mencionó que después de dejar la empresa donde trabajaba, se dedicó por completo a ser entrenador de box, cobrando poco dinero a sus estudiantes.

“No les cobraba y todo lo hacía gratis. De repente, mi hijo me dijo que si no lo podía entrenar, ya que aún era empleado, que se iba a ir a preparar con Jorge Zarate, pero le dije ‘espérate, porque la empresa ya va a quebrar y a lo mejor yo te entreno’, por lo que a mi jefe le dije que quería regresar al box como entrenador”, compartió.

González se define como un entrenador paciente para debutar a sus boxeadores en el profesionalismo, ya que prefiere que sus pupilos salgan al ring bien preparados en el aspecto físico y mental.

“Aquí los empezamos desde chavitos, y ahorita tenemos una nueva camada que ya tienen 17 y 18 años, y quieren debutar. Se van acercando, pero los chavos al ver que no hay peleas se desesperan, pero les indico que deben agarrar una buena condición, hay que formarse y hay que entrenar, en el boxeo debe haber disciplina, si no hay eso, van a perder. Hay chavos que se van y de repente ya los veo con otros entrenadores, pero yo no estoy acostumbrado a reclamarle a algún peleador, al contrario, que les vaya bien”, precisó.

La Clave

Maestro

El Ratón tuvo una efímera carrera como boxeador y aprendió del legendario Arturo Cuyo Hernández, el oficio de enseñar boxeo.

Así lo dijo

“De aquí han salido buenos boxeadores, hasta campeones mundiales y continentales, seguimos echándole ganas con los nuevos chavos”

“Gracias a los campeones del mundo que tuvimos, el gobierno empezó a decir que nos harían un deportivo, un gimnasio techado”.

Miguel Ángel González

Entrenador de boxeo