Con ustedes, Pico… la mascota que no llegó a México 1970

Creada por Lance Wyman, el águila fue demasiado moderna y se prefirió al niño regordete llamado Juanito.

EXCELSIOR

Si no era perfecto, tenía que asemejársele. Para Guillermo Cañedo el Mundial tenía que salir al punto. Después de que en 1966 el León Willie con los ingleses inauguró el rubro de mascota mundialista, el Comité Organizador decidió que la de México ‘70 debía presentar las raíces e historia de un país que, aunque se abría en capas a la modernidad, seguía subyugado al conservadurismo.

 

Por aquellos años, Fernando González Fernandóndueño del Atlante y de una agencia publicitaria, muy amigo de Cañedo, le presentó el proyecto de una mascota. Se apoyó en uno de sus mejores empleados, Juan González Martínez. “Cañedo quiere que la mascota englobe las raíces y tradiciones de México”, le dijo al chico que en una semana presentó tres bocetos.

Imagen intermedia

A Cañedo le encantó la idea. Un niño, chaparro, gordo, al que la playera no le tapaba la cintura, cachetón, disfrazado de jugador de futbol con los colores de la Selección Mexicana y con el toque típico de  un sombrero de paja tal y como acostumbraba el mundo a ver a los mexicanos dormidos junto a un cactus. Incluso, una primera muestra tenía al chico con un sarape.

JUANITO PROVOCÓ EL REPUDIO DEL PÚBLICO

A Cañedo le pareció buena la idea, pero al público no. A pocos meses de iniciar el Mundial se presentó a Juanito como la mascota y el repudio fue generalizado. Entonces, con el tiempo en contra, se recurrió a lo básico. La llamada fue para Lance Wyman, un estadunidense que caló su talento con la identidad icónica de los Juegos Olímpicos de 1968 y con el logotipo del metro.

 

Imagen intermedia

Le pidieron que cambiara la tradición por la modernidad a la que México quería entrar a punta de balonazos. Por eso creó a Pico, un águila a la que no se le veían los ojos y por el plumaje sobresalía el pico, de ahí su nombre, porque esta parte de su cuerpo sería la identidad. Ya en profundidad, lo puso a nacer de un balón en forma de huevo.

 

 

 

Conserva los símbolos nacionalistas de un México que mira al futuro sin negar su presente”, dijo Wyman, quien además expuso varios bocetos de Pico encallado en otros equipos que jugarían el Mundial. A Cañedo se le abrieron los ojos como platos. Esa águila era demasiado extravagante para la época y con el tiempo en contra decidió recuperar a Juanito. De esa forma, Pico quedó en el olvido y para la FIFA oficialmente nunca fue mascota.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *