Sin recapturar a reo que huyó en Ejutla

El imparcial

Está involucrado en el crimen de un joven asesinado a balazos y en el secuestro de la madre de éste; esperaba la sentencia por ambos casos

Todavía no aclaraba cuando Raúl se preparaba para asistir a una audiencia programada en Ejutla de Crespo.

Acompañado de otros internos y policías, finalmente Raúl se subió a la camioneta que los trasportaría.

Dos de los internos se dirigían a servicio médico. Uno de ellos tenía agendada audiencia y Raúl asistiría a la dispuesta en Ejutla de Crespo.

Criado en Ejutla de Crespo y educado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, Raúl era catalogado por sus compañeros como un hombre culto. No salía de la biblioteca y la sala de cómputo instalados en el penal. Le gustaba leer y prepararse a diario.

Llevaba casi seis años dentro del penal por delitos del fuero común. Fue detenido con varios familiares y era él, el único que quedaba en ese centro penitenciario.

El interno se mantenía siempre callado. Dibujaba en sus ratos libres al oleo y en acrílico. La mayoría de sus pinturas se relacionaba con mujeres.

A sus compañeros les extrañó que al retornar la camioneta que los trasladó, Raúl no volviera.

Dedujeron que había quedado en libertad, pero más tarde se enteraron que había escapado en Ejutla de Crespo tras un presunto descuido de los custodios.

Contaron que días antes, desde la muerte de un custodio en un accidente automovilístico, en el patio del penal no habían llegado a laborar los dos mandos encargados del área, sin saber el motivo de su ausencia.

Su historial

Raúl está involucrado en el homicidio de Pablo Elías ocurrido en febrero del 2009.

En esa ocasión, se celebró un baile popular en la población de Taniche perteneciente a Ejutla de Crespo al cual Raúl acudió, dejando estacionada su camioneta frente a la vivienda de Pablo Elías.

Al salir se dio cuenta que su camioneta estaba rayada y por lo cual decidió reclamarle a Pablo, para luego sacar su pistola calibre 9 mm y matarlo de nueve balazos.

Amada empezó a exigir la detención del presunto responsable del crimen de su hijo Pablo Elías ante la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado. La mujer desapareció en mayo del 2009.

Más tarde, Cristóbal, esposo de la plagiada y padre del occiso contó que Raúl, acompañado de tres personas más, en una camioneta tipo Lobo se presentó al hogar de las víctimas en la población de Taniche.

Entró al domicilio buscando a Amada, pero él les informó que su mujer no se encontraba.

En respuesta, golpearon Cristóbal y le manifestaron que le dijera «en donde la veamos le vamos a darle en la madre para que ya deje de estar chingado la madre; no sabe con quién se está metiendo nosotros somos gente de huevos y que ni crea que nos va a detener por el crimen de su hijo».

A demás le dijeron que se fuera del pueblo o la iban a secuestrar.

Cristóbal recalcó a que su esposa no estaba moviendo nada para esclarecerse el crimen de su hijo Pablo.

Tras golpearlo revisaron la casa para confirmar que su esposa en verdad no estaba, debido a la golpiza que él recibió se quedó tirado en el suelo y fue levantado hasta que llegó su esposa a quien le dijo lo que había pasado. Denunciaron lo ocurrido ante el Ejército Mexicano.

El 16 de mayo del 2011 por la mañana Raúl y otros secuestraron a Amada, cuando se encontraba en el crucero de Taniche a Ejutla.

Se dirigía a trabajar. Varios testigos vieron cuando la privaron de su libertad, pero tenían temor de declarar por miedo a que los mataran.

Se estableció después de llevarse a Amada en una camioneta Ford tipo Lobo, color gris, cabina y media, que iba de Ejutla hacia Taniche, cuato personas con pistolas la amenazaron, se la llevaron hacia la colonia Las Casitas, para pedir rescate por su liberación.

Tanto por el homicidio, como por el secuestro había detenidos. Dos de ellos, sentenciados a 40 años de prisión por el último delito. Raúl esperaba las últimas diligencias para que decidieran si era inocente o culpable de los delitos que le imputaban.