Nicolás Copérnico, ¿qué afirmó en su teoría heliocéntrica?

MILENIO

Un 19 de febrero, hace 545 años, nació en Polonia el astrónomo Nicolás Copérnico; ¿en qué consiste y por qué es importante su ‘teoría heliocéntrica’?

Ciudad de México

Hace más de medio siglo nació en Torun, hoy Polonia, el astrónomo Nicolás Copérnico. Con motivo del 545 aniversario de su nacimiento, recordamos un poco de su biografía y, sobre todo, su teoría heliocéntrica —también llamado ‘modelo heliocéntrico‘—, con el cual ganó un lugar en la historia.

Ésta viene explicada en la trascendental obra De revolutionibus orbium coelestium, publicada en 1545, el año de su muerte.

Durante siglos, los científicos —y la humanidad entera— pensaban que la Tierra era el centro del Universo, y que el Sol, los planetas y las estrellas giraban en torno a ella. Esto se debía, en parte, a que pensadores y astrónomos tan notables como Aristóteles y Claudio Ptolomeo ratificaron este modelo, llamado geocéntrico.

Además, hay que tomar en cuenta de que la Iglesia Católica —y su brazo de coerción, la Santa Inquisición— consideraban una herejía el alejarse de esta supuesta verdad, y dicho atrevimiento podía castigarse hasta con la muerte.

Dentro de este panorama, sin embargo, se produjo una Revolución Científica durante los siglos XVI y XVII, y uno de sus iniciadores fue, justamente, Nicolás Copérnico con su modelo heliocéntrico: palabra que deriva del griego helios, ‘Sol’ y pone al Astro Rey —y no a la Tierra— en el centro de nuestro sistema planetario

Modelo geocéntrico (izq.) y modelo heliocéntrico (der.)

A pesar de que este descubrimiento —que, según muchos, dio origen a la astronomía y a la ciencia modernas— se le atribuye a Copérnico, en realidad fue el griego Aristarco de Samos —siglo III a.C.— quien ideó por primera vez la teoría de que la Tierra no era el centro del Universo, pero nunca pudo comprobarla y por ello fue sepultada durante siglos.

Basándose en los estudios de Aristarco y de notables astrónomos musulmanes, Copérnico publicó un breve tratado llamado Commentariolus —’Pequeño comentario’—; durante los años siguientes y hasta 1532, siguió profundizando en su teoría hasta que culminó la escritura de su obra magna: De revolutionibus orbium coelestium o ‘Sobre las revoluciones de las esferas celestes’.

En dicha obra, Copérnico ofrece argumentos astronómicos y matemáticos para demostrar que la Tierra gira en torno al Sol, además de explicar las generalidades de los movimientos que describen los planetas y las estrellas que podían verse en el firmamento o con ayuda de un telescopio.

Consciente del impacto que podría tener la obra en su vida, Copérnico se rehusó a publicarla y fue hasta su muerte que De revolutionibus fue publicada póstumamente por Andreas Osiander. La trascendencia de ella va más allá de la astronomía, pues marcó el triunfo de la razón y la investigación científica sobre el misticismo y las creencias religiosas.

Además, gracias a Copérnico el hombre dejó de concebirse como centro del Universo y empezó un viaje de autoconocimiento y de comprensión de los misterios del cosmos.

Fm